Las mismas fuentes han detallado que "en términos generales" no se suelen producir este tipo de sucesos y han subrayado que las alhajas sustraidas (valoradas en 30.000 euros) "no suponen una cantidad demasiado importante".
Además, han precisado que habitualmente en este tipo de eventos se implantan unas medidas de seguridad "que nada tienen que ver con las que son fijas en el establecimiento".
En este sentido, han añadido que cuando se trata de muestrarios (cuyo valor ronda los 100.000 o 200.000 euros) suelen trasladarse en coche blindado, "con medidas de seguridad específicas", mientras que cuando se trata de valores inferiores "no se establece más que la seguridad razonable y la que exige el seguro".
Además, han indicado que "lo habitual" es que haya una o dos personas encargadas de las joyas exclusivamente y, dependiendo del tipo y cantidad de joyas y valor de las mismas, se establezcan medidas adicionales como caja fuerte o vigilante. "Para 30.000 euros no suele haber caja pero sí vigilante", han apostillado.
Para evitar sucesos de este tipo, las mismas fuentes han hecho hincapié en la importancia de dejar las joyas en un lugar concreto, que sólo conozcan una o dos personas, y que no sean manipuladas por varias.
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