Renova, la firma lusa que reinventó el papel higiénico, quiere ser global

  • Ante el desafío de convertir algo tan básico como el papel higiénico en un producto sexy y atractivo, la empresa portuguesa Renova logró "reinventar" el concepto y convertirse en una marca reconocida que ahora afronta el reto de ser global.

Oscar Tomasi

Torres Novas (Portugal), 27 mar.- Ante el desafío de convertir algo tan básico como el papel higiénico en un producto sexy y atractivo, la empresa portuguesa Renova logró "reinventar" el concepto y convertirse en una marca reconocida que ahora afronta el reto de ser global.

"Era un producto tabú, del que casi nadie hablaba, incluso daba vergüenza mencionarlo, y conseguimos crear un icono que las personas pueden apreciar o no, pero tienen una opinión sobre él", resume en una entrevista con EFE el presidente de la firma lusa, Pedro Pereira da Silva, bajo cuya batuta la compañía dio el salto.

Físico de formación, su despacho es un reflejo del laboratorio de ideas en que se ha convertido la empresa. Fórmulas matemáticas a modo de inspiración, un telescopio, palabras que se agolpan en una pizarra y rollos de papel de colores vivos (precisamente los que han disparado la popularidad de Renova) forman parte del espacio.

Una decoración poco habitual para tratarse del despacho del presidente de una compañía con una facturación anual que ronda los 130 millones de euros, que está presente en 60 países, con 600 trabajadores y que produce cerca de 100.000 toneladas de papel por año.

Pereira da Silva admite que su objetivo último sería convertir Renova en algo más, "una idea", y cita el caso de Apple, que considera un ejemplo a seguir.

"Apple es una idea, no sólo vende ordenadores, vende algo más, hay una relación con quien lo compra (...). A mi me gustaría ser como Apple, pero aún hay mucho por hacer", asume.

Después de 30 años en la empresa, 19 de ellos como presidente, explica que su objetivo al llegar a lo más alto de la firma (es familiar de uno de sus fundadores) era "no sólo mirar a la sustancia del papel, a las fibras, sino ir más allá y atender a los embalajes, los colores, las impresiones, el diseño, y crear así una conexión con las personas".

De ahí el nacimiento de rollos de color negro -que surgieron de una visita del propio presidente de Renova al Cirque du Soleil-, de colores vivos o incluso personalizados, algo que también es extensivo a otros productos como las servilletas.

Renova nació como tal en 1939. El primer punto de inflexión en su seno se produjo en la década de los 60, cuando pasaron de fabricar papel de impresión y para embalajes a entrar en el área de los productos de gran consumo, como el papel higiénico, las servilletas o los pañuelos.

"Fuimos los primeros en lanzar al mercado el papel perfumado y es algo de lo que me enorgullezco especialmente porque ahora es un producto innovador que salió de aquí y está por todos lados", recuerda Pereira da Silva.

El líder de Renova considera "la apuesta por la internacionalización y la innovación" sus principales logros, ya que han permitido a la firma erigirse en una marca reconocida y que se vende tanto en grandes hipermercados -sobre todo en Europa y ahora acaba de entrar en EEUU y Canadá- como en tiendas más "selectas".

De hecho, incluso produce papel higiénico para la marca blanca de algunos supermercados lusos, aunque "no es el negocio central".

España es uno de sus principales mercados -no en vano es líder del sector en servilletas, por ejemplo- aunque ya "no distingue fronteras", especialmente en el caso de la Península Ibérica.

"Para mí vender en España no es exportar (...) Me gusta ver las cosas desde lejos, con perspectiva, y por ejemplo si miran para aquí desde EEUU, nos ven como un todo. Somos diferentes España y Portugal, pero también dentro de nuestro propio país hay diferencias", razona.

Renova cuenta con 2 fábricas en el pequeño municipio de Almonda, donde todas las marquesinas de autobús están forradas de su moderna y llamativa publicidad, lo que contrasta con un ambiente tan rural.

Una de las plantas está prácticamente reservada al trabajo administrativo, y en ella el espacio es diáfano, sin divisiones, e incluso se pueden ver unos guantes y un saco de boxeo, para liberar tensiones, un estilo informal que recuerda al de "gigantes" como "Google".

La empresa está abierta a propuestas externas y fomenta esa relación e intercambio. Conocidas son las reuniones que mantenía su equipo los viernes por la tarde con algún invitado, miembro de la sociedad civil (desde empresarios hasta profesores universitarios o artistas) para debatir nuevas posibilidades.

"Para mí es clave favorecer la aparición de ideas nuevas, y por eso fomentamos que trabajadores de diferentes áreas de la empresa se reúnan a tomar un café a conversar, de forma informal -resalta Pereira da Silva-. No quiero cortar la creatividad".

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