Bob Dylan, la enigmática voz de un poeta

Bob Dylan, ícono de la música del siglo XX con composiciones y letras comprometidas que cosecharon millones de admiradores, fue el sorpresivo ganador este jueves del premio Nobel de Literatura.

Es que esta leyenda del folk rock surgida de la contracultura de los años '60, es un poeta más allá de cualquier etiqueta.

Muchas de sus canciones se convirtieron en himnos, como "The Times They Are A-Changin'" o "Blowin' in the Wind".

Considerado como una de las figuras más influyentes de la música popular del siglo XX, Dylan ha tenido una prolífica carrera en la que conjugó música y poesía, con largas canciones en las que narra historias.

Con "Mr. Tambourine", uno de sus temas más celebrados, crea un personaje literario a partir de un baterista que conoció en los clubes del Greewich Village de Nueva York.

O "Hurricane", en la que narra la vida del boxeador Rubin Carter, quien había sido acusado injustamente de triple homicidio.

"Like a Rolling Stone" rompió con la convención pop al tener más de seis minutos de duración.

"Después de escribir eso, no estaba interesado en escribir una novela o una obra de teatro ni nada (...) Quería escribir canciones", dijo luego Dylan sobre esa canción.

En mayo pasado cumplió 75 años más activo que nunca. Ese mes editó "Fallen Angels", su último disco, el número 37 de su larga trayectoria, en el que se aproxima al género melódico con temas que Frank Sinatra llevó a la gloria, como "All the Way".

Un año antes, Dylan ya había coqueteado con las baladas estadounidenses popularizadas por Sinatra, con el disco "Shadows in the Night".

Pese a su enorme influencia cultural, Dylan ha sido una presencia enigmática y aclamado a pesar de su voz.

"Los críticos han sido duros conmigo desde el Día Uno. Los críticos dicen que no puedo cantar. Un graznido. Que sueno como un sapo", dijo Dylan el año pasado en un inesperado discurso al recibir un Grammy por su trayectoria.

Su relación con el público roza la indiferencia y hostilidad, negándose rotundamente a complacer los pedidos de la audiencia para que interprete sus hits.

En su presentación el viernes pasado en la inauguración del festival Desert Trip de los veteranos del rock en California, Dylan no dirigió ni una palabra a la multitud y se mantuvo de espaldas.

Dylan ha recorrido un largo camino desde sus humildes comienzos.

Nacido como Robert Allen Zimmerman, en el seno de una familia judía el 24 mayo de 1941 en Duluth, Minnesota, aprendió solo a tocar la armónica, la guitarra y el piano.

Zimmerman, quien cambió su nombre por el de Bob Dylan supuestamente por influencia del poeta galés Dylan Thomas, comenzó a actuar en clubes locales cautivado por la música del cantante folk Woody Guthrie.

Dejó más tarde la universidad y se mudó a Nueva York en 1960. Su primer álbum tenía sólo dos canciones originales, pero su disco de 1963 "The Freewheelin' Bob Dylan" ya incluía letras propias, como el clásico pacifista "Blowin' in the Wind".

Armado con una armónica y una guitarra acústica, Dylan protestó contra la injusticia social, la guerra y el racismo, convirtiéndose rápidamente en un importante militante por los derechos civiles y en un prolífico compositor con 300 canciones grabadas en tres años.

La primera gira británica de Dylan quedó registrada en el documental "Don't Look Back" en 1965, el mismo año que indignó a sus fans al tocar con una guitarra eléctrica en el Festival de música folk de Newport, en Rhode Island.

Sus álbumes siguientes, "Highway 61 Revisited" y "Blonde on Blonde", obtuvieron críticas muy favorables, pero la carrera de Dylan se vio interrumpida en 1966 cuando resultó gravemente herido en un accidente de motocicleta. Su producción perdió fuerza en la década de 1970.

Para principios de los años 1980, la música de Dylan reflejaba su conversión al cristianismo. Esto se vio atenuado en sus álbumes sucesivos, y en la década de 1990 pareció resurgir el explosivo talento que lo distinguió al comienzo de su carrera.

En el siglo XXI, además de sus grabaciones y giras regulares, Dylan también tuvo tiempo para conducir un programa de radio, "Theme Time Radio Tour", y publicar en 2004 el libro autobiográfico "Crónicas: Volúmen 1", que se convirtió en un bestseller en Estados Unidos.

También inspiró dos películas: "No Direction Home" (2005), de Martin Scorsese, y "I'm not There" (2007), protagonizada por Christian Bale, Heath Ledger y Cate Blanchett, todos ellos encarnando al cantante.

Dylan ganó 11 premios Grammy, un Globo de Oro e incluso un Oscar en 2001 a la mejor canción original por "Things Have Changed" de la película "Wonder Boys". También fue distinguido con un Príncipe de Asturias de las Artes en 2007.

En 2008 recibió un premio Pulitzer honorífico "por su profundo impacto en la música y la cultura popular estadounidense, con sus composiciones líricas de extraordinario poder poético".

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