Cuando el 'jogo bonito' falta, las botineras se roban la atención en la Euro

Los pases de Polonia, Gales y Portugal a cuartos de la Eurocopa-2016 se dieron con partidos sin grandes emociones, ausencia de lujos y magia, pero cuando el 'jogo bonito' falta en el campo, la atención se la roban las botineras, que viven sus segundos de fama con planos y líneas de tinta que destacan su belleza, esa que cautiva a hinchas y futbolistas por igual.

Francia se juega este domingo el boleto a cuartos de final de 'su' Eurocopa en Lyon ante Irlanda. Muchos aguardarán ver en acción al delantero francés Anthony Martial, pero por otros al motivo que rompió su tranquilidad en el torneo: sus dos máximas admiradoras, la actual pareja Mélanie y la ex y madre de su hija, Samantha, se meten en el torneo por otra punta. Las dos se han atacado a través de las redes sociales y pelean palmo a palmo para ganarse una tapa de diarios o revistas con declaraciones fuertes como "tienes el culo flácido" y la otra respondiendo que "tu chico tiene dinero, rehaz tu nariz por el bien de Francia".

Aunque en cuestión de preciosura, las esposas de Dimitri Payet y Bacary Sagna han dejado a todos estupefactos por sus figuras y unas sonrisas maravillosas.

Jóvenes modelos, actrices, cantantes, novias o esposas de los futbolistas de la Eurocopa han levantado la temperatura de la tribuna. Son las botineras, las WAGs (Wives and Girlfriends; Esposas y Novias de los futbolistas del inglés) que han aparecido con fuerza en el medio futbolístico desde hace ya un tiempo y cada vez ganan más espacio. Victoria Beckham, mujer del exvolante inglés David Beckham, es la marca registrada de este concepto.

Muchas aparecen superproducidas, como Erjona Sulejmani, mujer del jugador suizo Blerim Dzemaili, quien se transformó en una de las sensaciones en Francia-2016, convirtiéndose para muchos medios en la "novia de la Eurocopa", como alguna vez lo fue la paraguaya Larissa Riquelme en el Mundial-2010.

La bella modelo albanesa apareció en las gradas del estadio Pierre-Mauroy de Lille apoyando a su esposo en el Francia ante Suiza, pero la eliminación de los helvéticos por penales la víspera la condenó al adiós. Su estética la echarán de menos muchos simpatizantes.

Shakira, esposa del central español Gerard Piqué, ha tomado un perfil más bajo. Archifamosa, se encuentra en Ile de Ré, la cantante colombiana se instaló en la isla de Ré cerca de la concentración de la Roja, pero evita el contacto directo con los aficionados, algo diferente a lo que sucedía en el pasado, llegando a ser la protagonista del hit Waka Waka, himno oficial de Sudáfrica-2010.

Si pegó el faltazo esta vez Sara Carbonero, pareja del portero Iker Casillas, al que conoció haciéndole reportajes fuera de la línea de cal. Con un bebé recién nacido (Lucas) e Iker de suplente, la periodista confesó que se le hacía larga la espera.

Tampoco se asomó Edurne, la cantante española que sale con el sucesor de Casillas, David De Gea, aunque su viaje a Francia se ha visto machacado por el escándalo sexual que envolvió al meta del Manchester United y han acordado no hablar hasta el final de la Eurocopa para permitir una mayor concentración al número uno ibérico.

¿Y qué dilema para Alice Campello, la novia del español Álvaro Morata? La modelo italiana, que usa las redes para colgar su amor con el exdelantero de la Juve, lo ha seguido en los partidos de la Roja, como ocurrió en Niza. Seguramente repetirá en el Stade de France, aunque las miradas, además de apreciar su hermosura, buscarán ver si tira por la Azzurra o la alegría de su pareja.

La Eurocopa también es una oportunidad para apreciar distintos tipos de belleza. Y las hinchas lo aprovechan, llegando a los estadios maquilladas como para un evento de noche. Las albanesas han dado de qué hablar, pero también chicas sajonas, nórdicas, latinas y mediterráneas se han ganado sus segundos de fama. Los directores de cámara y fotógrafos tapan los baches de juego con su glamour y explendor. Al fin de cuentas, el show debe continuar, en busca de lo bonito.

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