Desde Rusia con post-punk

  • El nuevo indie-rock ruso no solamente suena anglosajón sino que además se canta en inglés. Una escena fulgurante de hijos de Joy Division que está desapareciendo tan rápido como ha surgido.
Motorama, marcando imagen postindustrial.
Motorama, marcando imagen postindustrial.
Motorama
Elena Cabrera

Hablar de post-punk ruso desde España es como mirar al cielo y descubrir una estrella nueva y brillante. Pero, en mitad de la absorta contemplación, un astrofísico nos toca en el hombro y nos dice que esa estrella en realidad lleva años muerta.

Cuando al fin nos llega el eco de una vibrante escena de hijos de Joy Division en la tierra de los soviets, esa escena ha muerto. El grupo más interesante, Human Tetris, se acaba de separar y la formación más famosa, Motorama, bromea diciendo que su próximo movimiento será "dejar de hacer música".

Como indica la propia etiqueta, el post-punk es la música inmediatamente posterior al punk. El punk es un movimiento nihilista pero festivo y gamberro que aparece en Estados Unidos e Inglaterra entre el 76 y el 77. Pero al año siguiente la fiesta se acaba y con esa profunda desazón de no haber conseguido nada, no haber cambiado el mundo, la sociedad y la familia, los grupos ingleses recogen ese nihilismo y lo hacen introspectivo en un contexto de crisis, recortes y cambio de década. Un cuadro que se nos hace familiar. Quizás por eso, a más de 30 años del punk, los grupos siguen haciendo post-punk.

Rusia es un país que combina una juventud apoltronada con unos minoritarios movimientos activistas, anti-Putin por poner el ejemplo más reciente, que quieren agitar la sociedad y en algunos casos lo consiguen, como hace Pussy Riot.

Dentro de esa Rusia surgen grupos que no pretenden ninguna revolución y germinan musicalmente en unas coordenadas muy similares a las escenas del indie pop europeo-anglosajón. En este terreno se mueven Human Tetris, Motorama, Publics, Manicure o Galway, con guitarras de efectos atmosféricos, voces con eco, colchones de teclado que les ubican entre el post-punk, el dreampop y los shoegazers. El quinteto Motorama vive en el centro industrial y cultural del sur de Rusia, la ciudad de más de un millón de habitantes Rostov del Don, cuya escena musical es perfilada por el cantante Vlad como "pretenciosa mierda alternativa". Para él no hay "ni nuevas ideas ni nuevas ondas". Tampoco tiene buena opinión de San Petersburgo, la segunda ciudad rusa, con más de cuatro millones de habitantes, entre ellos los grupos Astrocowboys, pinkshinyultrablast y Twices: "San Petersburgo es un lugar muy aburrido en el aspecto musical". En resumen: "yo creo que no tenemos ninguna escena".

Si declinamos la oportunidad de llamarlo escena, podemos definirlo como un conjunto de bandas que viven en Rusia, la mayoría cantan en inglés, les gustan los mismos grupos (Joy Division, New Order, Gang of Four, My Bloody Valentine, Cocteau Twins, Jesus & Mary Chain...) y no se consideran una escena.

Igual que ocurrió en el indie-pop español de los noventa, los grupos de esta explosión cantan en inglés, a pesar de recibir, en ambos casos, una herencia de la Nueva Ola en los idiomas nativos. El cantante de Motorama afirma no tener "ni idea" de porqué usan el inglés, pero añade "no tienen nada que decir en ruso y tienen miedo de parecer estúpidos". Max, de Human Tetris, lo enfoca desde el alcance: "todos estos grupos —Motorama, Pompeya, pinkshinyultrablast, On-The-Go, Ritmika, Galway, Twices, Publics, Brandenburg, Astrocowboys— tienen buenas canciones y cantan en inglés, lo que les hace ser internacionalmente escuchables".

Desde fuera es más fácil establecer escenas, comparaciones y análisis, como el que hace Vicente P. en el blog colectivo musical Es Demasiado Para Mi Cabeza escribe que "Rusia parece ser el caldo de cultivo perfecto para la rehabilitación de este género, melancólico, frío y con cierto aire autista". Desde dentro, ni siquiera tienen claro que lo que hacen sea post-punk: "Yo prefiero no usar ese término —opina el líder de Human Tetris— ya que no encuentro demasiadas similitudes entre las viejas bandas y todas estas nuevas en Rusia, las circunstancias y la filosofía de ambos géneros son diferentes y, aunque algunos estén influenciados por el antiguo post-punk británico, lo que aquí se hace tiene muchas raíces en el rock ruso".

Esta escena tiene sus antecedentes en grupos como Kofe, буква О y Виктор Цой (el carismático poeta, actor y cantante Víktor Tsoi al frente de su grupo Kinó) de los que Motorama, la formación más famosa y exitosa de su promoción, es fan: "adoro esas bandas, a mi entender todavía son interesantes y frescas, y además cantan en ruso, lo cual es genial".

Intentando describir con nuestros referentes más próximos, Motorama se encuentra cercano a Editors, White Lies y She Wants Revenge. Human Tetris y Publics, proyecto paralelo del batería, son más oscuros y cercanos a Joy Division. Galway os recuerdan al indie-pop más ensoñador y planeador de sellos como Dreamy o Ché. Astrocowboys encajan entre New Order y The Radio Dept.

"Muchos de estos grupos tienen un par de discos y ya son muy famosos —explica Max, nuestro guía por la estepa del post-punk ruso— otros son totalmente nuevos y están formados por gente de entre 16 y 18 años y hay otros que justo acaban de romper", como es el caso de su propio grupo, el tetris humano, nombre inspirado en el popular juego, precisamente de origen soviético cuyo eslogan no era otro que "Desde Rusia con amor".

Cuando Max y Arvid se conocieron en la universidad durante las clases de entrenamiento militar, que en Rusia son obligatorias, se hicieron amigos y decidieron montar un grupo. Al principio lo intentaron con un "un rock tipo indie a lo Hives o Arctic Monkeys" pero entonces quedaron atrapados en el post-punk original de Josef K, The Wake, The Chameleons y otros grupos de ahora como Cut City y Editors, por lo que empezaron a hacer canciones con la ayuda de los amigos de Arvid Maxim y Sasha. "Los mejores momentos fueron los de nuestros primeros conciertos fuera de Moscú, en Rostov del Dov, Orel y San Petersburgo, así como la gira por Europa, que fue muy intensa y divertida".

Visto y no visto, los prometedores Human Tetris se han separado con un disco recién publicado, Happy Way in the Maze of Rebirth: "nos hemos cansado, tocar juntos había dejado de ser una buena forma de pasar el tiempo ya que hemos evolucionado musicalmente en direcciones distintas. Terminamos el disco para no dejar material sin grabar y nos fuimos de gira por Europa para aprovechar la rara oportunidad que supone para un grupo ruso de nuestro nivel. Y no hay más".

"Las cosas están cambiando" dice Vlad de Motorama. "La escena está cambiando, antes teníamos una escena shoegaze en Rostov, y ahora ya no existe, está muriendo o se está transformando en otra cosa". Y añade: "no sé si lo sabes pero está bastante pasado de moda hacer este tipo de música ahora".

"Creo que hay perspectivas para los grupos de aquí —concluye, en cambio, Max de Human Tetris— y aunque la escena está bastante lejos de los estándares occidentales, aquí prácticamente no hay industria, aunque se está desarrollando muy rápidamente y, en realidad, tenemos muy buenos talentos, aunque sea a escala local".

Mostrar comentarios