La SGAE celebra elecciones esta semana en medio de acusaciones de fraude

  • ¿Será el fin del reinado de Eduardo 'Teddy' Bautista al frente de la SGAE? El organismo encargado de salvaguardar los derechos de los autores celebra este jueves unas elecciones marcadas por acusaciones y sospechas de todo tipo.
Teddy Bautista - Foto de archivo Efe
Teddy Bautista - Foto de archivo Efe
M. J. Arias

Este jueves la Sociedad General de Autores, más conocida por sus siglas (SGAE), celebra unas elecciones que vienen precedidas por unas semanas cargadas de polémica y acusaciones de trato desigual y tejemanejes por parte de los actuales responsables. Dos son los grandes bloques que se presentan. A un lado la Candidatura Profesional de Compositores y Autores (CPAC), de tendencia continuista y a favor de que Teddy Bautista siga perpetuándose en el cargo de presidente ejecutivo. En frente y con el compositor José Miguel Fernández Sastrón como cabeza más visible, la autodenominada De Otra Manera (DOM), un grupo que pretende acabar con la hegemonía de Bautista y dar aires nuevos a una entidad con muy mala imagen entre la población.

Las recriminaciones provienen de este segundo bloque, que acusa a la SGAE de trato de favor. Aseguran que mientras que ellos tardaron tanto en recibir el censo que no pudieron presentarse a uno de los colegios, un miembro de CPAC se jactó en su presencia de tener en su poder los datos 2007. Este trato privilegiado recibido por algunos ha salpicado también a la candidatura de Luis Cobo, al que otorgaron una semana más para presentar la documentación necesaria. Desde la SGAE se defienden asegurando que han facilitado el censo de avales a todas las candidaturas que lo han solicitado y que si no se le dio a DOM para el Gran Derecho (circunscripción de la que se ha quedado fuera) es porque en ningún momento lo pidió.

Respecto al caso concreto de Cobo, en el mismo comunicado, la SGAE explica que si se le otorgó una semana más es porque estaba sancionado y no le rehabilitaron judicialmente hasta tres días antes de cerrarse el plazo de inscripción. A lo que añade: "En modo alguno la aplicación de una sentencia judicial para la rehabilitación de los derechos políticos de un socio, con el consiguiente plazo de una semana para presentar los avales, es asimilable al caso de los demás candidatos que han podido disponer y ejercer sus derechos electorales sin ningún tipo de impedimentos en los dos meses previstos en los Estatutos Sociales".

En el texto emitido el 3 de junio, la Comisión Electoral responde a las acusaciones recibidas para terminar pidiendo a los candidatos que sean rigurosos cuando hablen de estos temas y respeten "la dignidad de la entidad y sus responsables". Añadiendo la petición de que "se abstengan de imputar sin fundamento comportamientos irregulares sobre el proceso o sobre la neutralidad de la Administración para evitar una erosión injustificada del proceso electoral, y que podría considerarse incursas en el terreno del insulto, la injuria y la calumnia".

Estas son algunas de las acusaciones más graves lanzadas por Sastrón, quien no se ha mordido la lengua en las últimas semanas y que a través de una extensa reflexión en la página web de su candidatura ha repasado uno a uno todos los males que acucian a la SGAE. Además de en los problemas con los censos y las supuestas trabas a su candidatura, Sastrón centra gran parte de sus críticas en el proyecto personal de Bautista llamado Arteria, la red de teatros de la SGAE. El miembro de DOM considera que lo que habría que hacer en lugar de comprar teatros que no rinden beneficios es incentivarles para que acojan en sus escenarios obras pertenecientes a la SGAE. No está de acuerdo tampoco con que parte de la recaudación de la entidad se destine a esta compra de patrimonio poco rentable en la mayoría de los casos. "Cada euro invertido en este proyecto, más allá de lo que exija la legalidad (y más adelante veremos que la mayor parte de su financiación proviene de una renuncia voluntaria y de una deficiente gestión en la identificación y consecuente prescripción) es un euro que no está donde debería estar: en el bolsillo de los autores", argumenta.

Precisamente esa "identificación" a la que se refiere Sastrón es otro de los grandes caballos de batalla de su candidatura. Desde DOM reconocen –ahí están los datos– que en los últimos 20 años, la recaudación de la SGAE se ha triplicado, pero también se ha incrementado la parte que no reciben los autores. "La eficacia debe medirse, esencialmente, por la identificación y el consecuente reparto de cantidades. La prescripción del año 93 era de 1,6 millones de euros y alcanzó en 2010 una cifra superior a los 20 millones. Es decir, que mientras que la recaudación se ha multiplicado por tres, la prescripción lo ha hecho por 12,5 lo que no es, ni mucho menos, muestra de una gestión eficaz. La realidad es que, pese a contar con más medios tecnológicos, cada año identificamos peor", resume en sus reflexiones.

Muy pocos tienen derecho a votar

El propósito de las elecciones de este jueves es elegir a los ocupantes de los 38 puestos de la Junta Directiva en liza. Estos se reparten de la siguiente manera: 8 para los editores, 7 para los ámbitos dramático y sinfónico-dramático (es el grupo llamado Gran Derecho), 7 para audiovisuales y 16 para el resto de ámbitos no mencionados hasta ahora (Pequeño Derecho). Una vez constituida la Junta, esta es la encargada de designar a su presidente.

Durante los últimos treinta años, este cargo ha estado en poder del polémico Teddy Bautista. Desde hace tiempo soplan aires de malestar también entre los autores. Ya no es cosa solo de la ciudadanía, que no ve en la SGAE más que un ente con fines recaudatorios. El cambio dependerá del voto que emitan los pocos socios que tienen derecho a pronunciarse y de si este es capaz de derrocar al eterno presidente. Algo complejo si se tiene en cuenta que no todos los socios tienen derecho a votar. De hecho, este año solo están convocados 8.271 de un total de 100.108. La razón es que para poder participar en las elecciones los miembros de la SGAE deben haber tenido un mínimo de ingresos durante el periodo establecido.

A estas restricciones hay que sumar el hecho de que las de la SGAE no son unas elecciones especialmente participativas. En las anteriores, celebradas en 2007, solo votaron el 11% de los convocados. Aunque este año, animados por las distintas polémicas suscitadas, el voto por correo ya supera este porcentaje según un artículo publicado por La Razón con fecha del 25 de junio. En este mismo artículo, titulado Todas las trampas de Teddy, se recoge también la denuncia de algunos socios de llamadas diciéndoles que ha habido problemas con su voto para que lo cambien. Algo que resulta muy extraño si se tiene en cuenta que los sobres no pueden abrirse antes del día de las elecciones. Es decir, este jueves.

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