Lichis: "No hay que confundir optimismo con estupidez"

  • Javier Herrero.

Javier Herrero.

Madrid, 14 oct.- Seis años ha necesitado Lichis para tirarse del avión de La Cabra Mecánica, un "salto al vacío" que lo aleja de las señas musicales que lo hicieron conocido y que realiza con un paracaídas con nueva firma, reclamando el derecho a la pataleta en tiempos de esperanza impostada.

"Hay motivos para ser optimista, pero sin negar el otro lado. No hay que confundir el optimismo con la estupidez", reivindica el músico en una entrevista con Efe ante la publicación hoy de "Modo avión" (Carne de canción/Warner Music), el primero como Lichis.

Miguel Ángel Hernando, como se llama realmente, cerró en 2009 el capítulo de La Cabra Mecánica, porque "aquel era un carro que ya había hecho su recorrido", y decidió andar la senda que había abierto con el último álbum de temas inéditos junto a su ex banda, "Hotel Lichis" (2005), explorando rock, country y blues.

En el largo lapso requerido para dar coherencia y naturalidad a su metamorfosis musical, siguió trabajando como productor sin apartarse del todo de los escenarios.

"Me dediqué a aprender y desaprender", resume el músico, que considera que "tenía que volver aportando algo nuevo sin sonar forzado", con calma.

El resultado es "Modo avión", metáfora del emocionante viaje que ha emprendido a espaldas de lo que cualquier manual de mercadotecnia aconsejaría: seguir la pauta que te ha llevado donde estás.

"Es un salto al vacío artístico y personal", reconoce, a la vez que define este como "el disco más importante" de su vida, más allá de la frase manida reservada habitualmente para defender un nuevo trabajo.

En la grabación se pusieron a tiro varias balas difíciles de rechazar: el productor Joe Blaney (The Clash, Keith Richards, Los Rodríguez y Andrés Calamaro), el guitarrista Marc Ribot y varios músicos estadounidenses más, de primer nivel, y la ciudad de Nueva York.

"Fue importante el escenario, con dos metros de nieve en el mes de febrero, que me recordaban aquellas viejas imágenes de Bob Dylan en Greenwich Village", afirma este seguidor del autor de "Like a rolling stone", Tom Waits, George Harrison y Tom Petty.

Como sus ídolos, en "Modo avión" utiliza su propia experiencia personal para dar forma a canciones que abundan en la "melancolía" y que hablan de "rupturas y traiciones".

"Han sido años en los que he perdido a cuatro personas muy importantes de mi familia, de separaciones sentimentales (se divorció), también he perdido a algunos de mis mejores amigos o he descubierto que no lo eran", confiesa.

Lichis lamenta que "vivimos de espalda al dolor, prolongamos la juventud más allá de los 40 y pensamos que quien ha fracasado en la vida es porque ha jugado mal sus bazas".

De todo ello se deriva un disco con "sentido crítico", pero transmitido de forma amable, como refleja la portada diseñada por Max, Premio Nacional de Cómic 2013.

"Hay cierta desconexión con el mundo a mi alrededor, porque vivimos una enorme crisis, con dramas personales, y a pesar de ello seguimos en esa pseudoliteratura de autoayuda, más propia de los yuppies psicópatas de los 80 que de personas de carne y hueso, en una búsqueda a toda costa de la felicidad", critica Lichis.

En el corte que abre el disco, "Casi rock and roll", reivindica el derecho a denunciar lo que está mal. "No es un mensaje negativo. Si quieres ser optimista, hay que cambiar algo y para eso hay que mirar muy adentro, lo bueno y lo malo", defiende.

"¿En qué mundo quien está roto es apartado automáticamente como un leproso, tachado de gente tóxica?", insiste.

El 19 de noviembre actuará en la sala Joy Eslava de Madrid y el 21 de noviembre en la sala Bikini de Barcelona, con un repertorio basado en las nuevas canciones, versiones de pop español de los años 80 (especialmente de Gabinete Caligari) y tres canciones de la última etapa de La Cabra, donde no caben éxitos como "La lista de la compra".

"Son parte de un pasado, están ahí y ya tienen vida propia. Me han dado muchas satisfacciones y forman parte de la vida de muchas personas, pero es hora de dejarlas solas", opina el artista.

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