Maldita Nerea y McFly, ingredientes de una fórmula que lleva 125 años funcionando: Coca-Cola + Pop.

  • Maldita Nerea y McFly fueron los ingredientes principales de una receta refrescante y sin alcohol, para todos los públicos, a la que aportaron su chispa otras seis bandas estrechamente ligadas al presente de la bebida: Cornelius 1960, You Don't Know Me, Doctor Pitangú, Lara, Pol 3.14 y La Musicalité. Todo eso desde las siete de la tarde, cuando sonaban los primeros acordes, hasta pasada la medianoche, aunque la Coca-Cola Music Experience (CCME) comenzó mucho antes.
Maldita Nerea actuará el próximo 8 de octubre en el pabellón Anaitasuna de Pamplona
Maldita Nerea actuará el próximo 8 de octubre en el pabellón Anaitasuna de Pamplona
David G. Ortiz

125 años de secreto bien guardado merecen desvelar, como regalo, al menos una de las claves de la fórmula. Y así lo hizo Coca-Cola ante los más de 15.000 amigos que se dieron cita anoche en un Palacio de los Deportes de Madrid con aforo completo, como se puede ver en la megafoto de la informacion.com, donde quedó claro que el pop, como música y como cultura, es la gran bandera izada en el mástil de sus botellines.

Maldita Nerea y McFly fueron los ingredientes principales de una receta refrescante y sin alcohol, para todos los públicos, a la que aportaron su chispa otras seis bandas estrechamente ligadas al presente de la bebida: Cornelius 1960, You Don't Know Me, Doctor Pitangú, Lara, Pol 3.14 y La Musicalité.

Todo eso desde las siete de la tarde, cuando sonaban los primeros acordes, hasta pasada la medianoche, aunque la Coca-Cola Music Experience (CCME) comenzó mucho antes. Ya a eso de las tres de la tarde, la Avenida Felipe II estaba literalmente tomada por los fans.

A esa hora, la primera aproximación sociológica el fenómeno CCME nos la daba Iker, padre de dos niñas de 10 y 12 años: "Veo esta cola llena de quinceañeras y me da miedo". "Mis hijas están a punto de entrar en esta edad terrorífica. Ojalá pudiera criogenizarlas, como a Walt Disney".

A pesar de la broma, Iker era capaz de ponerse perfectamente en su piel: "Yo también me chupado colas de estas a pleno sol, y lo sigo haciendo", nos confesaba. Iker estaba en lo cierto. Los aledaños del madrileño Palacio de los Deportes se iban llenando de melómanos incipientes, nacidos en la segunda mitad de los noventa. Los mismos que unas horas después cantarían con la luz apagada el cumpleaños feliz a Coca-Cola y corearían hasta quedarse afónicos temas como "Bipolar", de Pol 3.14; "Shine a Light" o "Star Girl", de McFly; o "Por el miedo a equivocarnos" o "Fácil", de Maldita Nerea, por citar sólo algunas de las canciones más aclamadas de la noche.

En lo musical, el mejor crítico siempre es el público, y sólo minutos después del concierto ya se ha pronunciado masivamente en Twitter. ¿El veredicto? Un éxito rotundo, con mención especial para Maldita Nerea, que arrancaba en Madrid su nueva gira "Fácil", y para McFly, que hicieron gala de su humor británico y de una garra rockera que, salvando el charco, recuerda a la de Red Hot Chili Peppers. Así que, dejando a un lado lo musical, nos adentramos en los muchos otros factores de la experiencia CCME, esos pequeños momentos que se viven en una fiesta de más de cuatro horas y que a menudo pasan desapercibidos.

Experiencia CCME es el chaval de unos 15 años que, sentado cuatro filas por delante de nosotros, trató de acercarse a su novia mientras ella bailaba entregada las canciones de Pol 3.14. Por su aspecto y lo poco que miraba al escenario estaba claro que lo que menos le importaba era la música. Cuando ella se dio cuenta era ya tarde. Una amable azafata vino a advertirles de que se habían confundido de localidades (en realidad, él sólo pudo ahorrar para las más baratas), y se vieron obligados a mudarse.

A medio camino, ella le cogió del hombro, se acercó y le plantó un beso en la boca a modo de "no te preocupes, la intención es lo que cuenta". En eso consiste la experiencia CCME. Experiencia CCME también son las dos chicas que, mientras estábamos en el foso, nos pidieron que entregásemos un mensaje a Jorge, el cantante de Maldita Nerea.

Aseguran que lo conocieron en Alcalá de Henares, y que él les preguntó si vendrían a verlo a Madrid. Así que en Madrid estaban, y por supuesto en la primera fila, porque en eso también consiste la experiencia CCME. Como la del hombre de pelo cano y camisa de rayas que dejó a un lado las pipas para bailar las canciones de La Musicalité.

Su hijo, de unos 10 años, parecía más interesado en las aplicaciones de su teléfono móvil que en los temas de los mallorquines, pero ver a su padre ejecutar una coreografía que seguramente había aprendido por él hizo que inconscientemente le volvieran las ganas de concierto, de soplar la velas y de disfrutar de la Music Experience. Porque al final el secreto revelado del éxito se reduce a tres ingredientes: Coca-Cola, pop y pequeños momentos.

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