Orquesta rusa da un concierto en el anfiteatro de Palmira en Siria

El conocido director de orquesta ruso Valery Gergiev dio este jueves un concierto en el anfiteatro de la ciudad antigua de Palmira, en Siria, donde los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) solían perpetrar sus ejecuciones públicas.

El concierto, titulado "Oración para Palmira. La música vuelve a dar vida a los antiguos muros", fue interpretado por la orquesta sinfónica del teatro Mariinski de San Petersburgo.

Valery Gergiev, vestido con camisa negra y gorra blanca, dirigía con entusiasmo su orquesta, que interpretó durante una hora piezas de Bach, Prokofiev y Shchedrin ante unos 400 espectadores, entre ellos soldados rusos, periodistas, dignatarios religiosos y habitantes de la ciudad.

El presidente ruso, Vladimir Putin, cuyas tropas desempeñaron un papel crucial en la conquista de la ciudad de Palmira por parte del régimen el 27 de marzo, calificó de "extraordinario acto de humanidad" el concierto.

En una videoconferencia con Palmira, Putin dijo que este concierto, que fue retransmitido en directo por la televisión rusa, era "una muestra de reconocimiento, de homenaje y esperanza".

"El reconocimiento a todos aquellos que luchan contra el terrorismo arriesgando su vida, el homenaje a todas las víctimas del terrorismo (...) y, por supuesto, la esperanza no sólo por el renacimiento de Palmira, sino también por la liberación de la civilización moderna de este terrible mal, el terrorismo internacional", precisó.

El canciller británico, Philip Hammond, criticó duramente en cambio la organización del espectáculo, al calificarlo en un comunicado de "intento de mal gusto de desviar la atención de los sufrimientos continuos de millones de sirios".

Según Londres, el régimen sirio es el responsable de los ataques aéreos contra un campo de desplazados, que mató a al menos 28 civiles el jueves cerca de la frontera turca.

Para la orquesta, que decidió anular un concierto el jueves por la noche en Rusia para viajar a Siria, se trata "ante todo de un acto de solidaridad civil con los hermanos y hermanas" sirios, explicó Valery Gergiev a la cadena de televisión pública rusa.

"Siria ha sido herida, pero no destruida", declaró Mijail Piotrovski, director del famoso museo del Hermitage en San Petersburgo, quien asistió al concierto.

Este museo ha sido uno de los primeros en ofrecer su ayuda para reconstruir la ciudad antigua de Palmira, conocida como "la perla del desierto" y cuyas ruinas de más de 2.000 años de antigüedad forman parte del Patrimonio Mundial de la Unesco.

El viernes está previsto otro concierto a partir de las 17H00 GMT, en esta ocasión organizado por el régimen sirio.

La victoria frente a los yihadistas en esta ciudad permitió que Rusia, aliada del régimen del presidente Bashar Al Asad, confirmara su destacado papel en el conflicto sirio.

A finales de abril, el ejército ruso anunció que había terminado el proceso para desminar la ciudad antigua, después que los combatientes del EI colocaran numerosas minas en la zona.

Valery Gergiev, director de orquesta reconocido en todo el mundo, dirige el teatro Mariinski de San Petersburgo desde 1996. Sus detractores sin embargo critican sus posiciones demasiado vinculadas al Kremlin.

Ya ha organizado otros conciertos en lugares devastados por la guerra o por catástrofes naturales.

Su orquesta tocó en 2008 frente a las ruinas de los edificios gubernamentales de Tskhinvali, la capital de la república separatista georgiana prorrusa de Osetia del Sur, poco después de que estallara un conflicto entre Georgia y Rusia para controlar este territorio.

En 2012, dirigió un concierto en Tokio, en memoria de las víctimas del accidente de 2011 en la central nuclear de Fukushima.

También organizó varios conciertos en el mundo para recoger fondos para las víctimas de la toma de rehenes en la escuela de Beslan, en el Cáucaso ruso, una tragedia que se saldó con más de 330 muertos, de los cuales 186 era niños.

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