¿Quién es exactamente Lana del Rey y qué hace?

"Swinging in the backyard, pull up in your fast car, whistling my name" ("Mecerse en el patio trasero, arrancar en tu coche rápido, silbar mi nombre"). Este es el comienzo de Video games y es probablemente lo que (a lo mejor sin saberlo) te suene de Lana del Rey.

Sin embargo, esta neoyorquina de 25 años lleva dando de qué hablar a la crítica musical muchos meses. Su nuevo disco Born to die acaba de salir hoy a la venta y todos se han abalanzado para ponerle nota. Como siempre, hay de todo: quien dice que no defrauda y quien la compara (para mal) con la genial artista británica Adele. Nada que ver, exacto, pero porque son cantantes con matices y colores muy diferentes.

Después de escuchar las 15 canciones de su álbum en versión deluxe lo que más resalta es que se deja escuchar en el buen sentido y sin decepcionar. Por otro lado, ¿qué puede ofrecer una chica pop estadounidense  contratada por un gran sello discográfico?

En este trabajo están Born to Die, Blue Jeans y Video Games, que ya habían sonado. El resto completa un álbum donde colándose como la nueva diva indie, lo que en verdad demuestra es que ha nacido un nuevo talento del pop mundial. Sus notas se han expandido como una mancha de aceite y su eco resuena por medio mundo.

Guapa, con un estilo personal,  una atractiva figura y con un asesoramiento de cinco años a las espaldas, Elizabeth Grant, como en verdad se llama, es el ejemplo claro de una nueva forma de marketing musical. En torno a ella todo está pensado hasta el mínimo detalle, hasta casi decir que las casualidades de la mano de Lana del Rey (nombre que proviene de la actriz Lana Turner y del auto Ford Del Rey) no existen. Justo lo contrario a la forma de actuar de los grupos o cantantes emergentes en nuestro país, que prefieren pequeños sellos.

Sea o no sea así, el cañero Off the races, otros temas como National Anthem, Radio, Carmen o ese maravillosa balada final (inesperada, por otra parte) Lucky Ones hacen que Born to die sea un disco completo y sobre todo versátil. Tiene temas para escuchar una y otra vez, temas para bailar, para soñar y recogerse, y para pararse a pensar.

A simple vista y la espera de la trayectoria que siga parece bastante para el segundo disco de esta  cantante y compositora casi nobel (el primero, Lana Del Ray alias Lizzy Grant, sólo se publicó en versión digital en enero de 2010).

'La Nancy Sinatra gánster', cómo ella misma se autodenomina, define su género como 'pop triste de Hollywood'. Ha bebido de las bandas sonoras de películas en blanco y negro, del cine de David Lynch y de esa ciudad que lo tiene todo, Nueva York. Es verdad que hay un giro dramático en sus temas, pero mejor no dejarse llevar por la moda de etiquetar y etiquetar la música. Mejor simplemente escuchar y si no pasas de una canción a otra y de la otra a la siguiente sin terminarlas, entonces es que el disco ya merece.