La Junta restaura el retablo y pinturas murales del presbiterio de la iglesia de Sotillo de la Ribera (Burgos)

  • El director general de Patrimonio Cultural, Enrique Saiz, ha inaugurado este miércoles las obras de restauración del retablo y pinturas murales del presbiterio de la iglesia de la localidad burgalesa de Sotillo de la Ribera.
La Junta restaura el retablo y pinturas murales del presbiterio de la iglesia de Sotillo de la Ribera (Burgos)
La Junta restaura el retablo y pinturas murales del presbiterio de la iglesia de Sotillo de la Ribera (Burgos)
EUROPA PRESS
EUROPA PRESS

La intervención se ha centrado en la restauración del conjunto escultórico, sentando y consolidando la policromía, tratando el soporte de madera y limpiando la gruesa capa de goma laca que aportaba a la imagen un velo amarillento muy acusado. Asimismo se ha llevado a cabo la restauración de la mazonería del retablo y las pinturas murales.

Los trabajos han supuesto una inversión de 72.233 euros, cofinanciados por la Fundación Reale, la parroquia de Sotillo de la Ribera y la Consejería de Cultura y Turismo, a través de Fondos FEDER.

Esta actuación constituye un ejemplo de la política de concertación que viene promoviendo en los últimos años la Consejería de Cultura y Turismo y particularmente del Programa 'UNO x UNO'.

Se trata de un templo entre la tradición clasicista y el barroco iniciado en el XVII y acabado en el XVIII, con una portada de los maestros canteros Manuel de Isasbiruil, y de Domingo de Ondátegui que también realizó la torre. Tiene tres naves, que se desarrollan a la misma altura. La nave central destaca por su mayor anchura y porque incorpora una cúpula barroca muy característica desde las últimas décadas del siglo XVII. Posee una notable riqueza retablística, con ejemplos barrocos y buenas muestras neoclásicas como el retablo mayor.

En 1778 se vende el retablo viejo del Altar Mayor a la parroquia de la Trinidad de Roa. En su lugar se colocó uno nuevo, financiado por el canónigo sotillano Juan Antonio Serrano, de caracteres neoclásicos pero con evidentes reminiscencias barrocas, acorde a los modernos presupuestos estéticos de la época.

En la gran hornacina central se aloja la imagen de Santa Águeda. Dos pequeños medallones dorados reflejan escenas de su prisión y martirio y en las calles laterales aparecen San Juan Bautista y San Jerónimo. El remate contrasta con el cuerpo inferior por su abundancia de imágenes que es un efecto buscado de acumulación y de movimiento propio del barroco final. El conjunto del presbiterio se completa con una pintura mural que decora los muros hasta el arco triunfal.

Mostrar comentarios