El sueño renacentista llega al Museo del Luxemburgo de París

  • María Luisa Gaspar.

María Luisa Gaspar.

París, 7 oct.- El Museo del Luxemburgo de París inaugura el miércoles "El Renacimiento y el Sueño, El Bosco, Veronés, El Greco...", primera exposición que explora cómo los pintores renacentistas representaron e interpretaron el sueño y el despertar.

En una entrevista con Efe, el profesor de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París (EHESS) Yves Hersant subrayó cómo "el vasto y nuevo sujeto temático abordado" exigía competencias diversificadas, no solo en el dominio de la historia del arte, sino también de la teología y la filosofía.

De ahí que la historiadora del arte Chiara Rabbi-Bernard, el director de la Galería Palatina del Palacio Pitti, en Florencia, y Hersant uniesen esfuerzos para elaborar esta exhibición que hasta el 26 de enero reunirá 94 obras, de ellas 70 óleos, grabados y dibujos.

Ante el "insoluble problema" de fechar el inicio y el fin del Renacimiento, cuando algunos historiadores como Jacques Le Goff lo incluyen en la Edad Media, los comisarios se apoyaron en teóricos de la época, como Vasari, y fijaron su inicio entre 1420 y 1430, para detenerse a principios del siglo XVII.

"Nos interesaba -explicó Hersant- mostrar la variedad y la importancia de la concepción y la representación del sueño" en el Renacimiento, época que dio a los ensueños una extraordinaria importancia, tanto en la vida política y social, como en la literatura o el arte.

Con "una confianza total en su arte", los artistas del Renacimiento van a intentar representar los sueños. "Es un reto" porque no son representables, se puede representar la historia de un sueño, "pero el sueño mismo no está codificado y por ello es difícil o imposible de representar", recalcó.

El recorrido elegido para captar los intentos y logros de grandes maestros como los incluidos en el título de la exposición, pero también otros como Ghirlandaio, Battista Dossi, Lorenzo lotto o Ludovico Carracci, se divide en siete espacios, abiertos con el tema de "La Noche" e ilustrado con personajes que no se puede saber si duermen o sueñan.

La segunda sala toma una expresión utilizada por Shakespeare al final del Renacimiento, en Inglaterra, "Dormir, soñar quizás" para mostrar cómo el alma, "mediadora entre el cuerpo y el mundo", podía liberarse temporalmente gracias al concepto "vacatio animae".

Tras explorar la inspiración y la alegoría, las visiones del más allá, los sueños enigmáticos y las visiones de pesadilla, la exposición invita con Pico de la Mirandola a dejar el sueño terrestre y mirar al "Cielo puro".

Al inicio del Renacimiento, resumió Hersant, se pinta el sueño y luego, progresivamente, "al final del Renacimiento todo esta dispuesto para que se desarrolle la idea de que la vida es un sueño".

Unas palabras del escritor y filósofo francés Michel de Montaigne (1533-1592) cierran el conjunto en la sala dedicada a "La aurora y el despertar"; al igual que la primera, sobre "La Noche", este último espacio recuerda las esculturas creadas entre 1530 y 1534 por Miguel Angel, para la tumba de Julio de Medicis en Florencia.

Entre las obras maestras procedentes de grandes museos y colecciones particulares, el museo del Senado francés recibió del Monasterio del Escorial (España) un préstamo muy especial, uno de esos cuadros que no viajan nunca o lo hacen muy raramente: "El Sueño de Felipe II", óleo pintado hacia 1579 por El Greco.

Este Greco es un verdadero "regalo", que llegó hasta el museo escoltado por motoristas y está protegido permanentemente por medidas de seguridad muy estrictas, comentó el comisario.

Mañana, un día antes de su apertura al público, recibirá la visita de la vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría, que comenzó ayer una estancia de dos días en París.

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