La crisis merma el proyecto de fundación de Ibarrola en Ávila

  • La crisis económica se introduce con todos los poros de la sociedad y afecta a proyectos como el que el artista vasco Agustín Ibarrola tiene previsto poner en marcha en Ávila, que debido a la situación general, quedará reducido al menos a la mitad.

Ávila, 18 ago.- La crisis económica se introduce con todos los poros de la sociedad y afecta a proyectos como el que el artista vasco Agustín Ibarrola tiene previsto poner en marcha en Ávila, que debido a la situación general, quedará reducido al menos a la mitad.

Así lo ha asegurado hoy a Efe Alfredo Melgar, propietario de la finca Garoza de Bracamonte, situada en el municipio abulense de Muñogalindo, donde Ibarrola (Basauri, Vizcaya, 1930) pintó, entre 2005 y 2010, 104 rocas de granito diseminadas en un bosque de encinas desde el que se divisa la llanura del Valle Amblés.

Este museo al aire libre, convertido en su particular Bosque de Oma en Ávila, se asienta en quince de las cien hectáreas cedidas por Melgar a este artista vasco que cada verano se desplazaba con su mujer, Mari Luz, para avanzar en este ambicioso proyecto.

Un proyecto que incluía, además del museo al aire libre, una fundación a la que el pintor y escultor vasco cedería una parte de sus fondos, integrados por unas doscientas obras entre cuadros, esculturas, grabados y dibujos.

Cuando se gestó la idea, estaba previsto construir en la zona todo un complejo de edificios que incluiría varias áreas, administrativa, expositiva, formativa, residencial y comercial, gestionadas por la fundación.

Según Alfredo Melgar, ese "ambicioso" proyecto podría rondar los ocho millones de euros.

Sin embargo, la situación actual obliga a revisar la idea inicial y adaptarse a los tiempos que corren, ya que tanto la iniciativa privada como la pública viven momentos de austeridad.

Por ello, Melgar se plantea otra "alternativa" mucho más austera, que podría rebajar el coste a entre dos y cuatro millones de euros.

En este camino pretende contar con la colaboración de la Mancomunidad Municipal Asocio de la Extinguida Universidad y Tierra de Ávila, que se hará cargo de un estudio para arreglar y gestionar la zona en la que se encuentran diseminadas las piedras pintadas de vistosos colores por Ibarrola.

Melgar también espera contar con el apoyo institucional, aunque en especial del Ayuntamiento de Muñogalindo, con cuyo alcalde, Pedro Pablo Pascual, "se está tanteando la posibilidad" de construir en el pueblo, de unos cuatrocientos habitantes, el edificio de nueva planta que estaba previsto.

Teniendo en cuenta su proximidad al museo al aire libre de la finca Garoza de Bracamonte, podría ser el lugar ideal para que el grueso del proyecto con las obras cedidas por Ibarrola se ubicara en algún punto de esta localidad situada a 18 kilómetros de Ávila.

Consciente de la "utopía" que en la actualidad supone conseguir el dinero para financiar el proyecto inicial, al tiempo que rechaza la posibilidad de poner en pie esta iniciativa por fases, Melgar considera que esta es la mejor opción para seguir adelante, con un ahorro considerable de costes.

El propietario de la finca dice que aún no se lo ha comentado a Ibarrola, aunque cree que conociéndole, "estará por la labor".

Y precisa que el artista vasco dejó de pintar las grandes piedras de granito diseminadas por la finca en 2010 y probablemente ya no vuelva a hacerlo, porque "ya no se puede subir por las piedras como hacía antes", debido a su delicado estado de salud tras dos "episodios cardíacos".

Precisamente Melgar fue quien le atendió en el primero, aunque después volvió a sufrir otro, de ahí que no pueda continuar pintando en este lugar al que muy probablemente regresará en otoño para "estudiar y verlo todo". EFE

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