Rosa Huertas busca "una nueva mirada" del Greco en su última novela

  • Concha Carrón.

Concha Carrón.

Madrid, 8 abr.- Rosa Huertas acaba de publicar su última novela, "Theotocópuli: bajo la sombra del Greco", en la que la escritora de literatura juvenil fabula sobre la "misteriosa" obra del pintor cretense con la intención de que quien la lea sienta deseos de mirar sus cuadros "con ojos nuevos".

La autora, entre otros títulos, de "Mala Luna", Premio Hache de Literatura Juvenil 2011, y "Tuerto, maldito y enamorado", Premio Alandar de Literatura Juvenil en 2010, en una entrevista con Efe reconoce que no ha escogido al Greco para su última novela "de forma casual", y asegura que siempre ha sido su pintor "favorito".

"Debía ser una adolescente un poco friki, porque con 14 años tenía los cuadros de 'El caballero de la mano en el pecho' y 'El entierro del conde de Orgaz' colgados de mi habitación", asegura Rosa Huertas, quien pensó que el cuarto centenario de la muerte del pintor era "un buen momento" para escribir una novela relacionada con el artista.

Así nace "Theotocópuli: bajo la sombra del Greco" (sm), una trama de investigación en torno a un cuadro, "Visión del Apocalipsis", una obra "misteriosa" por su historia, al faltar la parte superior del mismo, y "con unas perspectivas imposibles", cuyo primer plano es para un San Juan "desmesuradamente grande".

"Esta obra rompe totalmente la pintura de la época del Greco", según la escritora, quien considera que bien podría haber sido realizada por "un pintor expresionista de principios del siglo XX", y con un tema, el del Apocalipsis, "muy intenso".

La incógnita del cuadro forma parte de la trama de la novela, en la que su joven protagonista, Alfredo, va visitando para su investigación los lugares en los que están los cuadros del Greco, en Madrid pero sobre todo en Toledo, en el hospital de Tavera, en la Casa del Greco, en Illescas, e incluso en Titulcia, un pueblo de la Comunidad de Madrid que conserva un cuadro "maravilloso" del hijo del pintor.

Precisamente en la vida del hijo del pintor se centra parte de la historia descrita por Huertas, quien se ve "obligado" a continuar los encargos que tenía su padre a su muerte a pesar de que él era arquitecto y no pintor.

"Es muy difícil ser el hijo de un genio cuando tú no lo eres", asegura la escritora, quien subraya que esa historia, fechada 400 años atrás, transcurre en paralelo con la época actual y la vida de Alfredo, un joven estudiante de arte, con un padre que ejerce como brillante abogado, pero que, al igual que el hijo del Greco, "no desea seguir la estela" de su progenitor.

Alfredo pronto se ve envuelto en una fabulosa experiencia que vivirá con Leo, una inteligente joven toledana con la que compartirá misterios y descubrimientos, y junto a la cual conocerá a Domenico, un marchante de arte, y también los entresijos del mercado negro del arte.

"Lo bueno que tienen los cuadros del Greco es que se prestan al misterio, a interpretaciones", según Rosa Huertas, quien señala que las dos partes del libro, la de la época del pintor y la actual, se van entrelazando "y están interconectadas".

La novela es interactiva, ya que contiene links para acceder a las obras del artista que aparecen en sus páginas, así como una banda sonora "propia", con las canciones "Perdido en un momento" y "Siempre es lo mismo", del joven grupo gallego SB.

La escritora encontró a este grupo, amigos de su hijo, "de casualidad" para comprobar que sus canciones "eran perfectas para lo que se cuenta en la novela" y están muy relacionadas con lo que le sucede a su protagonista.

Rosa Huertas, quien reconoce que le hubiera gustado estudiar Arte para trabajar en el Museo del Prado, es profesora de Lengua y Literatura, y asegura que le gustaría que los jóvenes "se divirtieran" leyendo su novela y que sacasen "alguna conclusión para su propia vida", porque en la misma también se habla de la relación entre hijos y padres.

"Me encantaría que cuando la leyesen les apeteciese mirar los cuadros del Greco", ya que -subraya- para "percibir bien" la trama es preciso ir comparando la lectura con las obras del artista cretense y lograr que el público juvenil comience a ver el arte "como un tema interesante".

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