"Cartas desde Selva" aviva la memoria de Avelino Hernández diez años después

  • Un centenar de amigos del escritor soriano Avelino Hernández (1944-2003), con la complicidad de la Fundación Jorge Guillén, ha hecho posible la reedición de "Cartas desde Selva" para reavivar su memoria en el año en que se cumple una década desde su fallecimiento, acaecido en Selva (Isla de Mallorca).

Valladolid, 10 jul.- Un centenar de amigos del escritor soriano Avelino Hernández (1944-2003), con la complicidad de la Fundación Jorge Guillén, ha hecho posible la reedición de "Cartas desde Selva" para reavivar su memoria en el año en que se cumple una década desde su fallecimiento, acaecido en Selva (Isla de Mallorca).

En esta población del interior de la principal isla balear acogió los últimos años de vida de Avelino Hernández, nacido en Valdegeña (Soria) en 1944, opositor al régimen franquista desde la clandestinidad, gestor cultural tras las llegada de la democracia y autor de una amplia y variada obra con más de cuarenta títulos en forma de novela, cuento, poesía, etnografía y relatos de viajes.

"Cartas desde Selva", publicado en 2007 por Caja Segovia dentro de la colección Tertulia de los Martes, fue el primer libro póstumo del autor soriano, promovido por su compañera, Teresa Ordinas, a partir de una serie de cartas redactadas por el autor entre 1996 y 2003.

Su nueva vida en Selva junto a Ordinas, el proyecto de dedicarse íntegramente a la lectura, la escritura y los amigos, el disfrute de la navegación y la creación literaria sobrevuelan esta correspondencia donde Hernández también hizo partícipe a sus allegados de la grave enfermedad que padeció y que puso fin a su vida.

"Sus cartas reflejan todo eso y mucho más. Son lecciones que preparaba concienzudamente con el magisterio sencillo y cordial de un profesor de la vieja escuela que hubiese asimilado y hecho suya la frase evangélica 'docete omnes gentes' (discípulos de todas las naciones)", escribe en el prólogo del libro Joaquín Díaz.

Un total de 105 amigos, entre ellos los escritores y etnógrafos Ignacio Sanz y el propio Joaquín Díaz, han hecho posible con su aportación esta reedición que ha corrido a cargo de la Fundación Jorge Guillén, una entidad cultural que desde 2006 custodia el archivo literario y la biblioteca personal de Avelino Hernández.

La foto de portada, captada por Teresa Ordinas, es un primer plano de la hélice de la embarcación azul con que el escritor realizaba travesías por el litoral balear y a las que tanto se refería en su correspondencia.

Hernández dedicó buena parte de su obra a la realidad social de Castilla con títulos como "Donde la vieja Castilla se acaba" (1982), "Aún queda sol en las bardas" (1984), "Cuentos de taberna" (1989), "Campodelagua" (1990), "El Aquilinón" (1993), "El día en que lloró Walt Whitman" (1994) y "Los hijos de Jonás" (2001).

A su muerte, en 2003, dejó inconcluso "Mientras cenan con nosotros los amigos", finalmente publicado en 2005 con un prólogo de Julio Llamazares.

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