El amor y la muerte cruzan los "Misterios de las noches y los días" de Zúñiga

  • Ana Mendoza.

Ana Mendoza.

Madrid, 15 feb.- El amor y la muerte cruzan los cuarenta relatos de "Misterios de las noches y los días", una obra de Juan Eduardo Zúñiga que se recupera ahora y en la que este gran escritor refleja su "fascinación por lo oculto y lo indecible" y su dominio del estilo poético y evocador.

Publicado inicialmente en 1992 y editado estos días por Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, que está rescatando gran parte de la obra de Zúñiga, este libro es uno de los más sorprendentes del escritor. Sus cuarenta relatos, breves, intensos y perturbadores, "surgen de la propia realidad y de la profundización en las galerías del inconsciente", afirma el autor en una entrevista con Efe.

Son relatos que despiden un fuerte aroma a clásicos y que transcurren en "espacios cerrados, como es una ciudad barroca, y en un tiempo indefinido".

De esa forma logra el escritor crear "atmósferas brumosas, un clímax gótico, donde pueden desarrollarse historias enigmáticas e inquietantes", señala Zúñiga, una de las voces más destacadas de la narrativa en lengua española de las últimas décadas.

Un escritor "es también los libros que ha leído", y a Zúñiga (Madrid, 1927) le han interesado de forma especial "los autores que trabajan desde la fantasía y el mito" porque cree que esa literatura "es un mundo abierto que permite contar lo que uno imagina, lo inexistente, pero también bucear en el interior de la conciencia". Y esas lecturas están detrás del origen de este libro.

La brevedad de los relatos (algunos tienen dos o tres páginas tan solo) es una de sus principales características y "va unida a una gran intensidad y a la elección de temas importantes, como la recuperación de lo perdido o la fuerza vivificadora del amor", comenta el autor.

En estas breves narraciones ha trabajado más "con la imaginación que con la fantasía porque estos relatos surgen de la propia realidad y de la profundización en las galerías del inconsciente". Y parten de la percepción por parte del autor de "una aparente quiebra de la realidad, de la intromisión en la vida cotidiana de un hecho inexplicable".

Así, "en medio de las estatuas que hablan, de las premoniciones amenazadoras, de las herencias fatales, de los viajes alucinantes en la noche, aparece una fascinación por lo oculto y lo indecible", añade el autor de "Largo noviembre de Madrid" y "La tierra será un paraíso".

No es fácil, reconoce Zúñiga, hallar un buen título que refleje el sentido de la obra, pero con el elegido para este libro parece haberlo conseguido: "'Misterios de las noches y los días' ordena los acontecimientos atendiendo a la luz y a la oscuridad y esa atmósfera tan distinta envuelve a los personajes y determina sus emociones", explica.

Como intenta en cada uno de sus libros, en estos relatos ha tratado de "poner palabras a los sentimientos, describir las zonas más secretas de los personajes, los miedos ocultos". O quizá aspire también a "descubrir las soterradas voces del corazón y hacerlas arte", como se dice del escritor que protagoniza "La esposa", uno de los relatos más hermosos del libro.

Gran conocedor de la lengua y la literatura rusas, el autor de "Capital de la gloria" (Premio de la Crítica y Premio Salambó) tiene a Anton Chéjov como uno de los grandes maestros del "relato abierto" y lo considera un "defensor de la brevedad como cualidad literaria".

Gogol sería otro de sus modelos en este género, pero también le debe "mucho a escritores como Poe, Sherwood Anderson, Joseph Conrad, Katherine Mansfield y, claro, Borges y Julio Cortázar", señala.

Aunque en España no hay demasiadas editoriales que apuesten por el relato, Zúñiga afirma que la situación ha cambiado y, en parte, se debe "al éxito de los microrrelatos". El cuento "goza de prestigio y los editores han perdido el miedo a editarlos. Y hay autores muy interesantes", asegura.

A Juan Eduardo Zúñiga le sorprende la escasa presencia que tiene la literatura en las intervenciones de "nuestros políticos", que no citan "nunca un libro o un autor".

"No ocurre igual en otros países en los que la literatura parece estar más presente. Recuerdo con qué placer escuché a un ministro francés recitar en español un poema de García Lorca", comenta.

Zúñiga trabaja actualmente en "unas memorias íntimas: es un recorrido por mi pasado para recuperar sucesos, episodios y rostros a los que pretendo dar vida con palabras literarias", concluye. EFE.

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