Tras los pasos de Rafael Alberti, un marinero en tierras argentinas

Mar Marín.

Buenos Aires, 4 may.- Bajo el título "Rafael Alberti. La deriva de un marinero en tierra argentina", el músico y escritor Enrique Llopis recrea los casi 24 años de exilio que vivieron el poeta español y su esposa María Teresa León en Argentina.

"Los Alberti", como el poeta y su mujer eran conocidos por sus amigos argentinos, llegaron a Buenos Aires en 1940, casi de casualidad, porque su destino inicial era Chile, y convencidos de que su exilio sería breve.

Sin embargo, permanecieron en Argentina durante 24 años en los que nació su única hija, Aitana, y mantuvieron una fructífera actividad intelectual que se tradujo en títulos como "Entre el clavel y la espada", "Pleamar", "Retornos de lo vivo lejano", "Baladas y canciones del Paraná" y "Buenos Aires en tinta china", entre otros.

"Fue una etapa intensa en su vida", relata a Efe Llopis, autor de este repaso al exilio argentino del poeta y amigo de Alberti, con quien grabó el disco "Viento que viene y va" en 1991.

La pareja se instaló inicialmente en Córdoba, en la villa del Totoral que les prestó su amigo Rodolfo Aráoz Alfaro, abogado y dirigente comunista, hasta que lograron tener sus papeles migratorios en regla y fijar su residencia en Buenos Aires, aunque pasaron largas temporadas en la localidad bonaerense de San Pedro, a orillas del río Paraná.

Además, compaginaron su experiencia argentina con largas temporadas en La Gallarda, su casa de Punta del Este (Uruguay), por la que desfilaron lo más reconocidos intelectuales argentinos y uruguayos del momento.

Diez años ha tardado Llopis en recopilar la documentación y los testimonios necesarios para escribir este libro, que, además de rendir homenaje a Alberti y a María Teresa, pretende convertirse en "una hermosa excusa para hablar de otros personajes, algunos casi olvidados o ninguneados por la historia argentina. Aquella intelectualidad que fue tan solidaria con ellos y tan cercana".

Un grupo integrado, entre otros, por la actriz Margarita Xirgú, los poetas Oliverio Girondo, Raúl González Tuñón y Norah Lange, Aráoz Alfaro o el pintor Juan Carlos Castagnino.

"Alberti siempre estuvo rodeado en Argentina de una intelectualidad que lo acompañó, que fue muy solidaria con el exilio español", apunta Llopis.

También quiso rodearse de figuras del exilio español y en Argentina recibió, entre otras, la visita de Manuel de Falla, instalado en la localidad cordobesa de Alta Gracia.

No obstante, como María Teresa León relata en su magnífica "Memoria de la melancolía", Llopis admite que "no fue fácil para la pareja, como no es fácil para ninguna persona empezar de cero".

"Ellos llegaron a Argentina precedidos por una fama lograda a través de sus obra artística, de su participación en la Guerra Civil española, pero de alguna manera tuvieron que comenzar de cero, con todo lo que implica retomar una vida en el exilio", continúa.

La dureza del exilio de los Alberti en Argentina se agravó por la coyuntura política del país, que, lejos de facilitarles la tranquilidad que esperaban, les indujo a dejar Buenos Aires en 1964.

A pesar del clima político, opina Llopis, que trabajó con el poeta gaditano a principios de la década de los 90, Alberti "hasta el último momento atesoró sus años en Argentina, tenía presente los nombres de la gente, recordaba con emoción los lugares y a los amigos, a Gonzalo Losada, Aráoz Alfaro, Girondo...".

A su vez, los Alberti llegaron a ser "muy porteños" y dejaron en Argentina "una huella imborrable", afirma el escritor, que durante la preparación del libro descubrió "la profunda emoción que surgía del recuerdo de la pareja" entre sus viejos conocidos y amigos.

"El recuerdo respetuoso, emocionado y cálido se repitió en todas las entrevistas, lo cual habla de una presencia que no ha pasado desapercibida", sostiene Enrique Llopis, para quien merece un reconocimiento muy especial la figura de María Teresa León, que compaginó un trabajo fundamental como intelectual con la solución de los problemas cotidianos familiares durante el exilio.

Esta "deriva" del poeta marinero en tierras argentinas se plasmará en un documental basado en el libro y en el que será el propio Alberti quien relate los detalles de su exilio argentino, resultado de las conversaciones con Llopis durante la preparación de "Viento que viene y va".