Un volumen recoge la narrativa breve, la poesía y el teatro de Martín Gaite

  • Madrid.- "Anita, ¿qué hago con el legado de la memoria?" Esa fue la última pregunta que, poco antes de morir, Carmen Martín Gaite le hizo a su hermana, y esa fue también una de las obsesiones de esta gran escritora, cuya narrativa breve, poesía y teatro se publica ahora en el tercer tomo de sus Obras Completas.

Un volumen recoge la narrativa breve, la poesía y el teatro de Martín Gaite
Un volumen recoge la narrativa breve, la poesía y el teatro de Martín Gaite

Madrid.- "Anita, ¿qué hago con el legado de la memoria?" Esa fue la última pregunta que, poco antes de morir, Carmen Martín Gaite le hizo a su hermana, y esa fue también una de las obsesiones de esta gran escritora, cuya narrativa breve, poesía y teatro se publica ahora en el tercer tomo de sus Obras Completas.

Este nuevo volumen, presentado hoy por el responsable del proyecto, José Teruel, demuestra hasta qué punto Martín Gaite no concebía los géneros literarios como "compartimentos estancos" sino que supo mezclarlos "de manera fecunda", y refleja también "la relación biológica" que mantenía con la escritura.

"Martín Gaite fue un auténtico paradigma de mujer de letras en la literatura española del siglo XX, dada la heterogeneidad de sus intereses intelectuales y literarios", decía Teruel al explicar las singularidades de este tercer volumen, dedicado a los tres géneros que la escritora cultivó en sus años de aprendizaje.

Y es que la autora de "Entre visillos" comenzó a escribir poemas, cuentos y teatro "como una forma de huir hacia adentro", aunque esos géneros la acompañaron a lo largo de su "singladura literaria", afirmaba Teruel, que estuvo acompañado en la presentación por Ana Martín Gaite.

El próximo 23 de julio hará diez años que murió la novelista salmantina y, hoy, su hermana recordaba con emoción contenida "la obsesión por llenar el tiempo" que tenía la escritora y "la atracción por el riesgo" que siempre sintió, como refleja ese "estilo excitado y pirado" que a veces hay en sus obras.

"Mi hermana era una mujer caótica, aunque muy disciplinada al mismo tiempo. Se asomó muchas veces al precipicio, pero no llegó a tirarse. Y no lo hizo por respeto al lector y a sí misma", aseguraba Ana Martín Gaite, poco antes de trasladar a los periodistas una de las mayores preocupaciones de la escritora: el legado de la memoria.

"Anita, ¿qué hago con el legado de la memoria? Esa fue su última pregunta antes de morir, y ese legado que se le escapaba de las manos, se fue con ella", contaba la hermana de la novelista.

El tercer volumen de las Obras Completas, editado por Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, llega tras los dos dedicados a las novelas y contiene, como gran aportación, una serie de cuentos y poemas dispersos o inéditos. A estos últimos pertenece el relato "El padre de Odilo".

El lector se encontrará en el apartado de narrativa breve con la novela "El Libro de la fiebre", una novela corta fechada en 1949 y publicada por primera vez en 2007 y que evoca "los delirios de las fiebres altísimas que le provocó el tifus en una España donde aún no había llegado la penicilina", destacó el poeta José Teruel.

Además de los cuentos completos de Martín Gaite, que se incluyen según la ordenación que hiciera la autora en vida, el volumen recoge "Dos cuentos maravillosos" y relatos dispersos como "Sibyl Vane", "Flores malva" y "En un pueblo perdido".

Como destacó Teruel, Martín Gaite firmó "joyas del neorrealismo", como esos cuentos de los años cincuenta ("Un día de libertad" y "La oficina", entre ellos) "cuyos protagonistas van en busca fundamentalmente de un espacio más amplio y menos opresivo donde respirar".

También realizó "incursiones en lo maravilloso" con relatos "magistrales" como "El castillo de las tres murallas" y "El pastel del diablo".

"El hilo de continuidad de su narrativa breve es la extrañeza ante lo cotidiano, que, en su caso, se revela como el mejor estuche de lo fantástico", subrayó el coordinador de las Obras Completas.

Martín Gaite cultivó siempre la poesía, un género que la visitó "A rachas", y con ese título la escritora fue reuniendo sus poemas hasta la definitiva edición de "Después de todo".

La expresión poética, aseguró el editor, "es un eje que atraviesa toda su obra" y no es "un pariente marginal" de la misma. Sus narraciones se engrandecen a la luz de su poesía.

Y, en el apartado del teatro, sólo se incluyen las dos obras que la escritora concluyó: "La hermana pequeña", de 1959, y "A palo seco", de 1985".

Hubo también otras "tentativas teatrales" que aparecerán en el volumen VII de estas Obras Completas. Los tres anteriores (IV, V y VI) estarán dedicados a los numerosos ensayos que publicó la escritora, "claro indicio del afán de pesquisa que atraviesa toda su obra", concluyó Teruel.

Ana Mendoza

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