Angélica Liddell estrena en el Odeón "You Are My Destiny" en busca de la luz

  • París, 3 dic.- "La violación de Lucrecia" llega hoy al parisino Teatro del Odeón envuelta en misterio y del tono radical de la dramaturga, actriz y directora española Angélica Liddell, ahora en París con la pieza "You Are My Destiny. (Lo estupro di Lucrezia)".

Angélica Liddell estrena en el Odeón "You Are My Destiny" en busca de la luz
Angélica Liddell estrena en el Odeón "You Are My Destiny" en busca de la luz

París, 3 dic.- "La violación de Lucrecia" llega hoy al parisino Teatro del Odeón envuelta en misterio y del tono radical de la dramaturga, actriz y directora española Angélica Liddell, ahora en París con la pieza "You Are My Destiny. (Lo estupro di Lucrezia)".

Es la primera parte de una nueva trilogía donde la protagonista y autora de "Todo el cielo sobre la tierra (El síndrome de Wendy)" dice buscar el lado luminoso de la existencia y querer alejarse de las tinieblas en que le dejó esa creación, inspirada parcialmente en la matanza de 69 jóvenes en la isla noruega de Utøya.

"You Are My Destiny" pertenece al ciclo de la resurrecciones "y explora básicamente la idea de Dios y el amor, en el intento de averiguar si son la misma cosa", resume Liddell (Figueras, España, 1966) en una entrevista con Efe.

La también fotógrafa y bloguera llegó a París al frente de su compañía, con diez actores italianos, el coro ucraniano "Free Voice", el poema shakespeariano de Lucrecia, su admiración por el cineasta armenio soviético Sergei Parajanov y la música de Haendel y de Paul Anka entre otros elementos claves de su trabajo.

El público valenciano y del Festival de Otoño a Primavera de Madrid los descubrirán en enero, cinco meses después del estreno de la pieza en el World Theatre Festival de Zagreb (Croacia).

Liddell asegura no pensar más que en su trabajo desde hace cinco años, planificando ya los ensayos suizos de la tercera parte de su trilogía, "La epístola de San Pablo a los Corintios", y tras haber estrenado el 20 de noviembre en el Festival Temporada Alta de Gerona la segunda parte de su nueva trilogía: "Tandy".

En París retoma la historia de la casta y noble esposa romana de Colatino, Lucrecia, quien en el siglo VI a.C. decidió suicidarse para limpiar su honor tras ser violada por el príncipe Tarquino.

En pleno recorrido personal del infierno al paraíso para "ver si hay algún tipo de resplandor", la artista optó por liberar del mundo de lo correcto a Lucrecia y al hijo del rey Tarquino El Soberbio.

"Lo que provoco en escena es una historia de amor", un encuentro en el infierno que devuelve al ser humano toda su complejidad espiritual y ese fango "del que están hechos nuestros deseos".

"Eso es una oportunidad que les doy, eso es 'You are mi destiny': ver tal vez lo que pasó más allá del poema de Shakespeare, "después de que Lucrecia se clavara el cuchillo", afirma riéndose.

No se trata de juzgar una violación, "sino la fragilidad masculina frente a lo bello y el inmenso sufrimiento que provoca el deseo, tanto corporal como espiritual", algo que pertenece al mundo de la poesía de lo oscuro, no al mundo de la justicia.

Por supuesto, recalca, en tanto que "resistente civil tengo una relación con lo justo y lo injusto, pero en cuanto a la creación poética no estoy trabajando con el orden social, ni la moral", sino con el misterio y la complejidad del alma humana.

Liddell -que dice amar sobremanera a públicos como el madrileño pero no sentir ya vínculo alguno con España, al haber tenido que irse para poder crear- adelanta que de su trabajo sobre Dios y el amor siempre le interesará más la pregunta que la respuesta.

"Ahora estoy en fase dantesca, llevada por la necesidad de buscar algo que esté por encima de la vida", al no haber conseguido erradicar la necesidad de creer en Dios, señala, "pese a saber perfectamente que no existe".

En cualquier caso, la casualidad, una de sus principales herramientas de trabajo, no le falla: cuando preparaba su nueva pieza, tras ver una proyección de "El color de la granada" de Parajanov, punto de referencia de "You Are My Destiny", topó con el coro callejero "Free Voice" cantando en ruso.

Escucharles en ese momento fue un shock. "Era como si hubiera un regidor por ahí arriba, como si alguien estuviera moviendo los hilos y hubiera dicho: 'Ahora que salgan los ucranianos'", comenta de nuevo entre risas.

Por María Luisa Gaspar

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