Llega al teatro la adaptación del libro "La novia de papá", con María Castro

Madrid, 12 ene.- El Infanta Isabel estrena el próximo jueves "La novia de papá", una adaptación "fiel" de la novela del mismo título de Paloma Bravo, con el espíritu de Sol, su protagonista, encarnada por María Castro, pero "mucho mas callejera, gamberra y con un punto más político", según dice a Efe la autora.

Sol es "una chica independiente, emprendedora, con mucho carácter" y con una vida muy completa, que se enamora de Pablo y se adentra en una relación en la que las hijas y la exmujer de su amado "condicionan la historia", señala Bravo.

Pablo, periodista, divorciado, con dos hijas preadolescentes, de 12 y 14 años, y una ex, será otro de los vértices de esta historia, un padre que tiene una buena relación con sus hijas, "muy de igual a igual", en palabras de su intérprete, aunque "siempre dentro de un orden".

Eva Isanta es la tercera en discordia, conocida por su papel televisivo de Maite en la serie "La que se avecina" y Bea en "Aquí no hay quien viva", interpretará a la exmujer de Pablo, Marina, que seguirá "gobernando" la vida de éste, sin intención de retomar su relación, pero creando "uno de los puntos de conflicto" entre los protagonistas, explica a Efe Isanta.

No habrá "malos y buenos", cada uno se moverá por sus propios intereses trazando un escenario en que cualquiera se puede sentir identificado, apunta la actriz, que también interpreta en la obra muchos papeles.

Será exsuegra, enfermera, psicóloga y farmacéutica, para poder contar la historia desde puntos de vista diferentes, una faceta "muy divertida" para la actriz y para la cual tiene que cambiar de registro constantemente.

Para María Castro, resulta "increíble y curioso" que Sol y Marisa, unas mujeres "tan diferentes", se enamoren de Pablo.

"Son cosas que pasan también en la vida real", cuando, "de repente, estás con alguien y te dices, '¿cómo puede ser que yo haya estado con esta persona antes?'", comenta entre risas.

"La novia de papá" es una obra en la que el espectador es "parte importante de la historia", porque será quien reciba los pensamientos más íntimos de Sol y a los que Castro se dirigirá directamente para "contar su historia".