Caso de Ruth y José. "El odio y rencor hacia una persona puede llevar a matar a otra con absoluta frialdad"

  • El psiquiatra Javier Criado asegura que el caso de Bretón es "similar" al ocurrido en otras ocasiones en las que un padre o una madre puede llegar a matar a sus propios hijos con tal de hacer daño a su pareja.

Concluye el registro de Las Quemadillas sin que se haya interrogado a Bretón
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EP

El psiquiatra sevillano Javier Criado ha explicado este martes, aunque "sin justificar" este comportamiento de ningún modo, cómo el "rencor y el odio" de una persona hacia otra puede cegarle y llevarle a cometer asesinatos, como los que supuestamente ha cometido José Bretón con sus hijos Ruth y José, solo por hacer el mayor daño posible a otra, en este caso, su esposa.

En declaraciones a Canal Sur Radio, el psiquiatra ha asegurado que el caso de Bretón es "similar" al ocurrido en otras ocasiones en las que un padre o una madre puede llegar a matar a sus propios hijos con tal de hacer daño a su pareja. Para ello es imprescindible "tener una personalidad previa" que lo haga "factible" y que se basa, principalmente, en tener un comportamiento "obsesivo".

Teniendo esa "característica obsesiva", el ser humano maneja sus "ideas y sentimientos con una visión redonda de la realidad", en la que "el rencor o el odio hace que, a veces, el ser humano se centre solo en ese odio". "Entonces toda su actividad, todo su pensamiento y toda su motivación en el actuar, en el pensar, en el sentir y en el vivir se enfoca hacia ese odio y en hacer daño a esa persona. Todo lo demás no importa, deja de tener entidad y deja de ser ya algo real en su existencia porque lo único que le alimenta es su deseo de hacer daño", explica el psiquiatra.

Criado, quien insiste en que, pese a esta "explicación" de lo que podría haberle pasado a Bretón o a cualquier otra persona que cometa un crimen similar, "no se puede justificar" la acción "en absoluto", señala que este tipo de personalidades, cuando se concentran en el odio y en hacerle el mayor daño posible a la persona objeto de su rencor, no ven nada más allá de donde han puesto el foco de atención.

"Dejan de tener figura y personalidad todos esos personajes que están alrededor y todo se centra en hacer daño a esa persona. Lo demás, ni existe ni importa, solo son personajes laterales que sirven como actuantes de una obra de teatro donde la única figura está centrada en un caño de luz que deja a oscuras todo", explica.

En el caso de Bretón, esto sería lo que habría pasado, que "nada importaba salvo hacerle daño" a su esposa. Así, y tras una "primera explosión interna" de odio por el anuncio de su esposa sobre la separación, el padre hizo "el recorrido de la venganza con absoluta frialdad".

"Eso se llama un comportamiento con carencia de resonancia afectiva. Sería un comportamiento casi psicopático, sin remordimientos, porque su única motivación en la actuación es perjudicar a aquella persona que ha señalado. Lo demás, está en negro", concluye.

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