La cara menos bella de Abercrombie & Fitch: ¿Dónde va la ropa que no se vende? (2/3)

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"En la tienda se hablaba a menudo del tema de que se quemaba la ropa que no se vendía o que había estado de muestra", asegura Raquel. "Yo nunca lo vi, pero lo que sí hacía, porque era una de las parte de mi trabajo, era meter toda esa ropa en una caja que se llamaba damage (dañada) y que se decía que iba directamente a quemar".

A raíz de que las declaraciones de Jeffries tomaran protagonismo hace unas semanas, los internautas comenzaron a rescatar otras afirmaciones polémicas de miembros de la compañía. Así, hace dos años, un representante de ésta que quiso mantener su anonimato, rechazó una propuesta de una ONG para donar sus artículos a personas con pocos recursos.

"A&F no quiere crear la imagen de que cualquiera, gente pobre, puede usar su ropa. Sólo las personas con cierto status pueden comprar y llevar el nombre de la empresa", afirmaba, según Elite Daily, uno de los representantes de la marca.

A raíz de ello, a mediados de mayo, un joven estadounidense, Greg Karber, lanzó una crítica a la compañía a la que tituló "#Fitch The Homeless". La campaña, en vídeo, muestra al activista comprando ropa de la marca en tiendas de segunda mano para donarla después a personas de bajos recursos de un barrio de Los Ángeles.

"Pero no sólo se tiraba la ropa", asegura la ex stylist, "cuando los frascos de colonia que estaban puestos de muestra para los clientes se quedaban por la mitad, nos hacían cambiarlos. Los llevábamos a un cubo de basura que estaba lleno. Los que trabajábamos ahí lo veíamos y decíamos: 'no me lo puedo creer'".

Dentro de la propia tienda de Madrid, la polémica sobre el destino de la ropa fue más allá. Tanto los impact como los stylist estaban obligados a comprarse un uniforme de la marca. "Cada temporada tenías que cambiar la camiseta que como mínimo te salía por unos 40 euros", explica Raquel. "Nos hacían un descuento del 50% para el uniforme, pero aún así, yo me gastaba 50 euros de mi sueldo en unos vaqueros para ir a trabajar".

Los empleados afectados por esta situación propusieron que se les cedieran esas prendas "dañadas" o de otras temporadas para trabajar y dejar así de desembolsar parte de su salario en su uniforme, la respuesta de la empresa fue negativa. "Cuando yo me iba, les dieron permiso para ponerse camisetas que fueran de marca blanca, que no se viera. No tenía sentido, siguieron sin darles la ropa que luego iban a quemar", denuncia la joven.

Las castas

Cada noche la tienda sufre un 'cambio de look' radical. Los encargados de conseguirlo son los overnight que cambian por completo la disposición de cada una de las prendas del negocio. "Lo hacen, sin excepción, todas las noches, tiran toda la tienda abajo y lo reemplazan por lo que tengan que poner", explica Raquel. "No llevan uniforme y no tienen que cumplir ningún requisito físico. Es gente tanto de 18 años como de 55, de todo tipo y van con la ropa que quieren".

Por su parte, los impact son los encargados de asegurar que el local esté apropiadamente provisto, de mantener ordenado el almacén, de poner las alarmas a la ropa, de hacer pedidos... En Madrid, después de que se despidiera al equipo de limpieza de la tienda, también se ocupan de limpiar el establecimiento.

El tercer escalón de la pirámide lo ocupan los stylist, son los menos numerosos y entre sus funciones se encuentran las de lavar y planchar la ropa que llevan los models, controlar su imagen y comprobar que todo en la tienda esté perfecto.

"Nuestro cargo es básicamente que los models estén bien", apunta Raquel. "Es una cosa absurda totalmente que no hay en ninguna otra marca del mundo. Creo que cada uno se sabe poner su ropa perfectamente. Incluso teníamos que doblar puños de camisas a los chicos o si veíamos que una model llevaba el lazo mal colocado se lo teníamos que decir".

Por último, los models son los encargados de interactuar con los clientes. "Mi función es estar en la tienda, saludar, sonreír, bailar, dar palmas con la música… Si viene una persona atenderla y hacer de personal shopper".

La imagen de estos últimos es estrictamente controlada por A&F. Al no invertir apenas en publicidad, los models son considerados su imagen de marca. Un ejemplo de ese control es la atención que ponen al pelo: "No se puede llevar coleta, sólo una trenza a un lado, ni horquillas, ni el pelo teñido, ni el flequillo cortado recto. Tampoco se puede llevar demasiado rizado y por supuesto no puedes hacerte ningún corte extraño ni nada raro", explica la model.

El ir en contra de las normas puede costar el despido, ya que tal y como expresa María, "en el contrato te ponen que debes cumplir con la imagen de la empresa. Eso sí, pese a estas diferencias todos cobramos lo mismo".

Entre los models se fomenta además la competitividad por ser "los más bellos". Así, hay un ranking de las diez chicas más guapas: "Hacen una votación con las características que ellos creen convenientes, normalmente son la que sean más delgadas, más altas y las que tengan más apariencia de niña de 14 años porque buscan un perfil de niña pequeña. Las que ocupan ese ranking muchas veces tienen un uniforme diferente a las otras y se las coloca en sitios donde se las pueda ver más". (Seguir leyendo...)<< |SIGUIENTE >>>

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