La coordinadora del 25S dice que "esto no es el final, es el principio"

    • La plataforma está trabajando "profundamente" para poder denunciar con pruebas las infiltraciones
    • El primer balance sobre los detenidos a la espera de poder aportar más datos dijeron que les constan 35 arresto
La policía detiene a dos personas frente al Congreso
La policía detiene a dos personas frente al Congreso
Europa Press

La Coordinadora 25-S considera que las movilizaciones de este martes constituyen el principio de una serie de protestas que persiguen la dimisión del Gobierno.

Según informaron algunos portavoces de la plataforma en rueda de prensa, las movilizaciones continuarán este miércoles, con una nueva concentración en Neptuno y el próximo sábado, coincidiendo con las protestas en Portugal, se realizará a las 18.00 horas un nuevo acto en Neptuno y Sol para tratar de rodear el Congreso.

Ambas convocatorias no han sido autorizadas por la Delegación del Gobierno. El objetivo final, dijeron, es formar una gran "coalición ciudadana" que en las calles exija al Gobierno que cambie su rumbo y que dimita. Asimismo, indicaron que su obejtivo es abrir un proceso constituyente que desemboque en una nueva Carta Magna donde el centro sean "las personas y no los bancos".

Celestino Sánchez, uno de los portavoces, dijo que lo ocurrido este martes demuestra que "el Gobierno ha perdido y las personas han ganado". Considera, además, que el Ejecutivo es "incapaz" de gobernar el país y que sólo se reúne para "fastidiar" a las personas, al tiempo que respondía a quienes afirmanque se trató de una acción violenta que "los violentos son ellos", en referencia a las cargas policiales.

El portavoz ha ido un paso más allá y ha denunciado la infiltración de policías encapuchados entre los manifestantes y, por ello, desde la Coordinadora 25-S se plantea pedir a los asistentes a nuevas movilizaciones que no vayan con el rostro cubierto. "Cada vez que veáis a una persona con capucha que está haciendo cosas que no debe, si le quitáis la capucha encontraréis al policía", sentenció.

Nico Sguiglia, que también se dirigió a los medios, señaló el carácter "pacífico" de la mayoría de los asistentes y denunció que las acciones violentas, a las que no llamaron los convocantes, vinieron de "grupos muy minoritarios". De momento, afirmó que no tiene miedo de lo que pueda pasar esta tarde y que la plataforma está trabajando "profundamente" para poder denunciar con pruebas las infiltraciones.

Llaman a la desobediencia civil pacífica frente a una democracia que no es "real" sino "simbólica" y sitúan el epicentro de sus acciones en las calles. "No hay, a día de hoy, otra salida que no pase por tomar la calle, como se ha hecho a lo largo de la historia, para decirle basta a un Gobierno que gobierna para los intereses de los sectores financieros y no para los ciudadanos", manifestó Sguiglia.

Detenciones

En un primer balance sobre los detenidos a la espera de poder aportar más datos dijeron que les constan 35 arrestos, entre los que habría al menos dos menores. Según informaron, a 20 de ellos, por petición propia, les defenderá la Comisión Legal de Sol. A los 35 se les imputa un delito de desórdenes públicos y a algunos otros más graves, como atentado contra la autoridad o atentado contra las instituciones, aunque advirtió que no puede confirmar todas las imputaciones hasta que los detenidos no se reúnan con los abogados.

Además, durante la jornada de ayer se recibieron "numerosísimas" llamadas a los teléfonos de abogados que la Coordinadora 25-S había habilitado. Los manifestantes señalaron que había sufrido lesiones, en algunos casos de gravedad, durante las cargas policiales. Desde la Comisión Legal se les está informando de los pasos que deben seguir para presentar una denuncia.

Finalmente, denunciaron la "brutal represión" y la "política criminalizadora" ejercida por el Gobierno a través de su delegada en Madrid. A su juicio, su único fin era "crear el miedo para coaccionar a la ciudadanía" a ejercer su derecho de reunión. Antes de la rueda de prensa, ofrecida frente a las vallas instaladas ante el Congreso, agentes de la Policía ha pedido a los portavoces que se identifiquen. Un intento de "poner nombre y apellidos" a un movimiento que no lo tiene para "criminalizar a gente concreta", a juicio de los convocantes.

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