Lotería de Navidad 2012: supersticiones y manías contra la matemática del bombo

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Haces una cola de tres horas en la administración de Lotería porque te han dicho que ahí siempre cae un premio. Cuando llega tu turno pides un décimo con la fecha de tu nacimiento, otro con el día que finaliza tu hipoteca y otro acabado en 17 porque ayer soñaste con ese número. Abandonas el lugar convencido que de este año tú serás el agraciado del sorteo y ya te ves abriendo la botella de champang el día 22."Es lo justo después de todo este esfuerzo", piensas, aunque si lo miras de manera racional sabes perfectamente que tus números tienen las mismas posibilidades que cualquier otro.

"La superstición es un mecanismo perfecto para asegurar nuestra persistencia conductual. ¡Sigue buscando soluciones, no te pares! Si hay una sola oportunidad de conseguir el resultado deseado es mucho más probable que lo logremos haciendo algo que quedándonos parados" explica Helena Matute, catedrática de psicología experimental de la Universidad de Deusto.

Según los expertos, la probabilidad de que a una persona le toque un premio (incluidos reintegros) de los que se sortean el próximo 22 de diciembre en la Lotería de Navidad es sólo de 15 por ciento. "Matemáticamente, la mejor opción es no jugar", afirma David Martín de Diego, del Instituto de Ciencias Matemáticas (CSIC-UAM-UC3M-UCM) , "da igual cuándo y dónde se compre un número ya que la probabilidad será siempre la misma".

Sin embargo, es inevitable que cada año miles de personas salgan a la calle buscando un número "bonito", el de su código postal, el de la fecha de su boda..."Es muy común que la gente busque números que reflejan hitos históricos, como el Mundial de fútbol ganado por España el año pasado, la caída de las torres gemelas,.. También acontecimientos sociales importantes. Este año por ejemplo, el número de la boda de la duquesa de Alba (51011) está agotado", afirman desde el portal de lotería Ventura24.

"La tendencia humana hacia la superstición es tan antigua como nuestra propia especie. Basta pensar en las antiguas danzas de la lluvia, por poner un ejemplo del que todos hemos oído hablar", afirma Matute. "Cuando algo como la lluvia, nos faltaba, y además estaba fuera de nuestro control, tratábamos de conseguirlo por todos los medios disponibles, incluso bailando. Después llovía (antes o después siempre lo hace), y esta "coincidencia" reforzaba nuestra superstición, luego seguíamos bailando".

Las estrellas del bombo

Ese afán que tienen muchos por conseguir ciertas fechas ha motivado que sean los números del 1 al 31 los más demandados. Dentro de ese espectro son los impares los que tienen más éxito, y eso pese a que el Gordo ha caído en más ocasiones en par (103 frente a 92). Tradicionalmente son los décimos acabados en 3, 7 y 9 son los más buscados. Este año, por ejemplo, las terminaciones que más se están vendiendo son el 15, el 22, el 7, el 11 (por ser el año en el que estamos), el 33, el 9, el 5 y el 13.

"El numero tres, uno de los más pedidos, es elegido porque simboliza el equilibrio perfecto" afirman desde Ventura 24."En el caso del siete, es un número muy recurrente en nuestra cultura y siempre ha estado ligado a la magia, al misterio, a los magos". Por su parte, el nueve "representa el saber supremo y el triángulo ternario, es decir, la triplicidad de lo triple".

Sin embargo, el por excelencia el número de la mala suerte es precisamente el que gana en cuanto a demanda."En los últimos días al sorteo es bastante complicado encontrar un número acabado en 13, pese a que nunca el Gordo ha caído en este número", afirman desde Ventura24.

Pero las supersticiones no sólo se centran en los números, también en el lugar donde se hace la compra. Así, como cada año, las colas para conseguir un décimo de la administración de Doña Manolita en Madrid, La Bruja de Oro en Sort o Valdes en Barcelona, son interminables y suponen varias horas de espera.

Sin embargo, el único motivo de que estas administraciones cuenten con un gran número de premios gordos a sus espaldas es el hecho de que venden un porcentaje alto del total de números que se introducen en el bombo.

"Hacer cola para comprar un número en una determinada administración es simplemente absurdo", afirma el matemático Martín de Diego y señala que las administraciones juegan "legítimamente con la ignorancia matemática de la población española".

"Algunas veces he llegado a pensar que todas estas supersticiones sobre los números de la lotería estén relacionadas con la escasa tradición científica que existe en España y, en particular, con el escaso aprecio por las matemáticas, que deberían formar parte de la cultura general".

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