Padres de alumnos pagan nuevas tecnologías para compensar los recortes en Educación

  • Los recortes en Educación quitarán 91 millones de euros del programa que implantaría un ordenador por alumno. Esa nueva realidad obliga a las escuelas y a los padres a crear alternativas para que los alumnos sigan estudiando en aulas virtuales.
Un 35% del profesorado no usa las TIC para dar clase
Un 35% del profesorado no usa las TIC para dar clase
Cláudia Vasconcelos

Los colegios españoles tendrán que ejercitar su creatividad si quieren mantener el uso de las nuevas tecnologías con menos recursos disponibles – menos 91 millones de euros, para ser exactos.

Esa cifra corresponde a lo que gastó en 2011 en el Programa Escuela 2.0, considerado "un fracaso" por el Ministerio de Educación, que anunció su extinción este año como parte de los recortes presupuestarios. Su objetivo era ofrecer un ordenador por alumno. Se lo incluirá en el Programa TIC 2012, que tendrá un dotación de 41,5 millones.

Ante la amenaza de cese de las actividades escolares con tabletas, ordenadores y pizarras digitales, algunas escuelas buscan sus propias estrategias para sostener sus métodos de enseñanza digital.

En el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Julio Verne, en Leganés, los estudiantes empezaron a hacer sus deberes en libros digitales sin que eso significara un coste adicional para sus familias.

"El precio del libro de texto incluye el acceso al libro digital. Lo que se les ofrece a los alumnos no es un material estático, pues además de la digitalización de su libro los estudiantes y sus familias disponen de ejercicios interactivos y autoevaluaciones", ha explicado a lainformacion.com la profesora de lengua y literatura del IES Julio Verne, Pilar Ortiz.

A partir de la plataforma pedagógica Blinklearning, los docentes del IES Julio Verne pueden complementar y crear actividades adaptadas al nivel de aprendizaje de cada alumno. Pero otras tecnologías están llegando, como el "mobile learning" (programas pedagógicos para acceder desde móvil), y los profesores temen que los recortes educativos les priven de esas herramientas.

"El aumento de horas lectivas priva a todos los profesores de tiempo necesario (que es mucho) para aplicar en el aula las nuevas tecnologías. Consideramos más necesario invertir en formar al profesorado, y también a los estudiantes y a sus familias. Una anécdota reciente tal vez ilustre esta necesidad: uno de mis estudiantes, aplicado en sus deberes, empezó a descuidar el acceso al libro digital. ¿La explicación? Sus padres le habían castigado sin ordenador", dice Pilar Ortiz.

En Ariño, un pueblo de 1.000 habitantes en Teruel, los padres de alumnos también decidieron costear las nuevas tecnologías utilizadas en el aula. Desde septiembre ellos han asumido el pago de 380 euros por cada tableta que usan los 22 alumnos matriculados desde 3 º hasta 6 º de Primaria.

Si no lo hubieran hecho, el único colegio de ese municipio podría haber perdido nueve años de su proyecto de aulas virtuales, que dejó de tener el apoyo de Microsoft en 2011.

"Sin las máquinas no se podía seguir con el programa. Por eso los padres buscaron los mejores precios del material en las tiendas y nosotros lo que hicimos fue financiarlo de manera que todas las familias pudieran pagarlo", esclarece el director del Colegio Rural Agrupado Ariño Allazo, José Antonio Blesa.

Los padres, por cierto, apoyan las estrategias de los colegios ante la crisis, pues no quieren renunciar al esfuerzo de aprendizaje que se ha emprendido en Ariño.

Azucena Peguerol es la madre de una alumna del colegio del municipio y de otra niña que ahora estudia en el instituto de la vecina localidad de Andorra. Ella manifestó a Agencia EFE su temor de que el fin de las actividades con libros digitales pudiera significar un perjuicio incalculable para la educación de esos estudiantes. "Yo veo que la vuelta a los libros que mi hija está viviendo en el instituto es un atraso, y tiene que esperar a salir de clase para poder trabajar con el ordenador."

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