Pagan 7 euros y viajan todo el mes colándose en el transporte público parisino

  • Estudiantes, parados, desocupados, crean un fondo para pagar las multas que les pongan los revisores.
Interior del metro de París | hotzeplotz, flickr
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lainformacion.com
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Frédéric salta todos los días los tornos del metro de París para acudir a sus clases en la universidad, las multas no le preocupan: "Pago 7 euros al mes a un fondo común que se utiliza para pagar las penas", explica el joven a Le Parisien.

Los medios de comunicación franceses han bautizado estas prácticas como la "mutua de los timadores" porque en el último año han hecho perder cerca de 80 millones de euros a la Ratp, la sociedad que gestiona los medios de transporte parisinos.

Se trata de pequeñas asociaciones, no autorizadas, formadas por estudiantes, desocupados y personas con pocos medios  que consiguen engañar cada mes a la sociedad de transportes de una forma sencilla: todos los meses cada miembro de la asociación aporta entre 5 y 7 euros gracias a los cuales puede viajar sin billete en los medios públicos de la capital.

En el caso de que sean multados, echan mano del fondo común de su asociación para pagarla y las cuentas les salen redondas ya que el número de viajeros sin billete supera con mucho a las sanciones que puede llegar a poner la Rapt ya que ésta sólo puede llevar a cabo 968 controles.

Sin embargo, existen una serie de reglas que facilitan los movimientos de los "timadores": "Hay una o dos estaciones en París que deben ser evitadas" asegura Frédéric, "después de un tiempo, si tienes cuidado, casi nunca te pillan.  Aunque es verdad que al final de año quedan sólo 3 euros del fondo común".

Según Le Parisien, en la capital francesa existen al menos una docena de este tipo de asociaciones. Los adeptos se proclaman radicales de izquierda, liberales y sobre todo sueñan con una sociedad en la que los transportes públicos sean gratuitos. 


Fines políticos

Michael, otro estudiante parisino, asegura que el objetivo de su asociación es principalmente político: "No es justo que las personas que viven en la periferia tengan que pagar precios exorbitantes por viajar. Mientras que los parisinos que viven en el centro y que son mucho más ricos pagan menos".

Desde hace algunos meses los afines a esta práctica cuenta además con su propio periódico, titulado "Lignes gratuites" que ha hecho del transporte gratuito su caballo de batalla. "¿Por qué los transportes públicos no son gratuitos como la educación o la sanidad?", pregunta el diario de los rebeldes.

Por su parte, Philippe Touzet, delegado sindical de Sur-Ratp afirma que la protesta de estas asociaciones en realidad está castigando a la mayoría de los ciudadanos de la capital: "Se puede debatir tranquilamente sobre la oportunidad de hacer gratuitos los medios de transporte", afirma el sindicalista, "pero esta forma de protesta hace que el sistema sea más frágil. Si no pagan los billetes estas personas están provocando una reducción en el número de autobuses en circulación. Ahora ya tenemos demasiados pocos medios públicos y esta protesta no hace otra cosa que empeorar la situación".

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