La familia Real Saudí regresa en silencio a Marbella a bordo de sus dos megayates

  • La marina de Puerto Banús acoge ya a dos clásicos posteriores al Ramadán: 'Shaf London' y 'Lady Haya', buques del entorno de la familia real saudí. 
Vista aérea del complejo de la Casa Real Saudí en Marbella.
Vista aérea del complejo de la Casa Real Saudí en Marbella.
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Es un secreto a voces que la familia real saudí ya no llega oficialmente cada verano a Marbella, porque prefiere Tánger y su playa privada de Jbila, un cambio que en su día benefició al expresidente Felipe González que les vendió en 2013 un solar de 5.000 metros cuadrados que los árabes añadieron a su complejo estival. Pero lo cierto es que nunca se han terminado de ir de España y que siguen volviendo cada verano a la Costa del Sol, aunque con mucho menos boato que entonces. 

La prueba definitiva es que esta semana están en Puerto Banús los imponentes yates de megalujo 'Shaf London' y el 'Lady Haya', que acuden siempre después del Ramadán a Marbella. Suma también que el padre de Felipe VI y el rey Salman bin Abdulaziz son amigos desde hace más de cuatro décadas. Todo pese a que la imagen de la monarquía saudí a nivel mundial se ha empañado tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.

En el muelle de honor de esta marina emblemática de Marbella, frente al lujoso hotel del tío del presidente sirio, Bashar al Asad, destaca el 'Shaf London', un yate de 53 metros de eslora, con 13 camarotes, y que el rey Salmán adquirió en 1991 cuando ya era un asiduo a la Costa del Sol. Allí llegó en los años 70 junto a su hermano el fallecido rey Fahd, ambos movidos por las recomendaciones del traficante de armas de ascendencia turca Adnan Khashoggi, cuyo padre fue médico de la familia real saudí y tío de Dodi Al-Fayed. Hoy el 'Shaf London' es una embarcación propiedad del príncipe y ministro de Defensa de Arabia Saudí, Salman Bin Abdulaziz Al-Saud, que es un devoto de Marbella.

Junto a este megayate está atracado otro superior, el 'Lady Haya', con bandera de las Islas Caimán. Se trata de un impresionante buque de 64 metros de eslora, que perteneció al fallecido rey Fahd y actualmente es de la familia real saudí. Este yate puede albergar hasta 20 invitados, cuenta con un 'beach club' en la popa de 100 metros cuadrados, así como con un helipuerto; seis suites de lujo para los huéspedes (la principal mide 50 metros cuadrados) y su portón abatible se convierte en una terraza sobre el mar. Para hacernos una idea más precisa de las espectaculares dimensiones: la cocina también tiene 50 metros cuadrados.

Y es que vigilando la ciudad, en una de las lomas típicas de la Costa el Sol, sigue en pie y abierto todo el año el palacio de Mar-Mar, el único con calificación urbanística oficial de palacio real en Marbella. Su fachada es una réplica en mármol de la Casa Blanca, las griferías son de oro, y en el se albergan numerosas villas de lujo, piscinas, un helipuerto, un pequeño hospital y una mezquita. En el año 2002 fue reformado con una inversión aproximada a los 108 millones de euros. Y en este palacio y en los numerosos inmuebles que tienen en la ciudad (incluidos varios trasteros en Puerto Banús) son ocupados por estas fechas por la familia real saudita y su séquito. Sobre todo después del Ramadán, época en la restringen el consumo.

Sus compras y gastos son conocidos por la gente de Marbella y aunque parezcan leyendas urbanas, no lo son. Leyendas como que hay pastelerías como Goyo que agotan su stock cuando tienen que servir al palacio del Rey Fahd, Mar-Mar. Han llegado a agotar las existencias de cordero en la ciudad de Marbella, cada vez que vienen renuevan su flota de lujosos modelos de Mercedes. Su séquito sólo se aloja en hoteles de cinco estrellas y sus fiestas privadas en la discoteca de Olivia Valere son famosas; así como en el Nao Pool Club que gestiona el hijo de Valere en los terrenos de la que fuera casa del médico del sha de Persia: Reza Phalavi. También han llegado a abrir El Corte Inglés de Puerto Banús exclusivamente para ellos. La viuda del rey Fahd, Jawhara al-Ibrahim, es una habitual de las tiendas de la Milla de Oro marbellí. 

La familia real saudí también tienen sociedades españolas para administrar parte del patrimonio inmobiliario que se extiende desde Marbella a La Moraleja pasando por fincas en Toledo. La sociedad Casa Al Riyadh S.L. es la entidad que gestiona el ya mencionado palacio de Mar-Mar construido por el desaparecido rey Fahd de Arabia Saudí en Marbella. Casa Al Riyadh tiene un activo de 63,4 millones, pero su balance -a datos de 2017- está en negativo (-4,7 millones). En el detalle de su depósito de cuentas se detalla que, pese a percibir casi 4 millones de alquileres, tiene numerosos gastos derivados de redecorar sus mansiones en Marbella. Por ejemplo, se detalla que solo "las obras de redecoración en la Casa Medina y Daharan ascienden a 692.ooo  y 1.454.000 euros, respectivamente".

El administrador único y presidente de la sociedad Casa Al Riyadh es un viejo conocido de la prensa española, Mohamed Eyad Kayali, de 81 años. Este hombre con DNI español y de origen sirio es la persona de confianza de la familiar real saudí en España, el que hace sus inversiones. A través de esta empresa y de Euromykasa, que tiene un fuerte patrimonio de más de 150 inmuebles. Uno de ellos es la finca Cantos Blancos, situada en la localidad toledana de Navahermosa, donde caza el Rey emérito y donde tiene su negocio de aceite este misterioso personaje, muy querido por los vecinos de esta localidad situada cerca del Parque Nacional de Cabañeros.

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