Presidente peruano atiza polémica pidiendo "desaparecer" mausoleo de Sendero Luminoso

El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski pidió el sábado "desaparecer" un mausoleo de Sendero Luminoso levantado en un cementerio de Lima, atizando la polémica sobre cómo deben ser recordados esos muertos por sus familiares y los simpatizantes del proscrito grupo armado.

"Creo que hay que retirar los cadáveres que estén ahí con respeto y luego el mausoleo debe desaparecer", aseguró el mandatario.

Para Kuczynski "evidentemente ha habido un error administrativo en algún lado al dar el permiso para construir esto" en el cementerio municipal del populoso distrito limeño de Comas.

El mausoleo tiene capacidad para una cincuentena de tumbas, pero por ahora sólo están ocupados ocho nichos, de los cuales siete corresponden a integrantes de Sendero Luminoso muertos en 1986 en un motín en la isla penal El Frontón.

Los restos de eses militantes fueron entregados a sus familiares por la fiscalía el 6 de agosto, 30 años después de ocurridos los hechos y tras ser identificados mediante pruebas de ADN.

La indignación que el caso ha provocado subió como la espuma desde que el viernes el diario limeño Correo publicara fotos y un video de dos marchas al mausoleo, de unas 200 personas, para enterrar esos siete muertos. El jefe de la policía antiterrorista, general José Baella, lo calificó como "actos de propaganda política" a favor de una agrupación prohibida por ley.

En las imágenes se ve banderolas con proclamas senderistas como "¡Solución política, amnistía general y reconciliación nacional!" en alusión a una demanda del jefe histórico de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, de 81 años y preso a perpetuidad desde 1992.

El ministro del Interior, Carlos Basombrío, se sumó a quienes desde las redes sociales exigen al alcalde del distrito de Comas, Miguel Saldaña, derrumbar el mausoleo.

"Me uno. El alcalde de Comas tiene la palabra. Si requiere apoyo en seguridad para hacerlo se le dará de inmediato", escribió en su cuente Twitter el ministro Basombrío.

La polémica surgió por el homenaje de los familiares a sus muertos, lo que para las autoridades es "apología del terrorismo" encubierto bajo la forma de rendir tributo a quienes pertenecieron al hoy agonizante Sendero Luminoso.

"Nosotros no nos vamos a meter con los muertos. La actitud de Sendero ya no es un tema municipal, es un tema de la policía antiterrorismo", aclaró el alcalde de Comas, Miguel Saldaña, citado el sábado por el diario Correo.

El alcalde matizó que "el problema no es el nicho ni el mausoleo, el problema es que se evite la apología al terrorismo. Enterrar a los muertos no es apología, la justicia se tiene que hacer sobre los vivos, no sobre los muertos".

El mausoleo lo financió una Asociación de familiares de presos políticos y desaparecidos, una organización humanitaria de fachada cercana a Sendero Luminoso, según una investigación policial.

La fiscalía precisó que había autorizado construir siete nichos, pero no un mausoleo.

El abogado Alfredo Crespo, defensor de Abimael Guzmán, dijo el viernes a la AFP que el pedido de derrumbar el mausoleo busca "promover una persecución política a los familiares de quienes fueron asesinados por el Estado durante los motines de junio de 1986 que dejaron más de 250 muertos".

"Uno puede enterrar a sus muertos de acuerdo a sus creencias", acotó el abogado al justificar el tributo rendido a las víctimas con banderolas y lemas atribuidos a Sendero Luminoso.

En Perú la guerra contra Sendero Luminoso, que apeló al terrorismo como método para atacar a civiles y uniformados -y cuya crueldad se comparó al Jemer Rojo de Camboya- dejó más de 69.000 muertos entre 1980 y 2000.

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