Familias de víctimas de Germanwings demandan a escuela de pilotaje de Andreas Lubitz

Andreas Lubitz nunca debió recibir el título de piloto debido a sus antecedentes médicos, señalan unas 80 familias de víctimas del accidente del avión de Germanwings en 2015, que presentaron una demanda ante la justicia federal estadounidense contra la escuela de Arizona que lo recibió en 2010.

La escuela es Airline Training Center Arizona (ATCA), instalada en el suroeste de Estados Unidos, una filial de la compañía Lufthansa, que a su vez es la casa matriz de la compañía de bajo coste Germanwings.

Esas 80 familias responsabilizan a la escuela de haber aceptado a Andreas Lubitz en su programa de formación cuando el certificado médico alemán entregado por el candidato tenía una indicación de que el documento perdería validez si el piloto sufría un nuevo episodio depresivo, indicó el bufete de abogados Kreindler & Kreindler, que representa a las familias junto a otros bufetes europeos.

Andreas Lubitz fue admitido en la ATCA en noviembre de 2010 y terminó su formación a principios de marzo de 2011.

El 24 de marzo de 2015, estrelló deliberadamente contra una montaña de los Alpes el avión de Germanwings en el que iba como copiloto, perdiendo la vida él mismo y otras 149 personas.

Interrogado por la AFP, un portavoz de Lufthansa señaló que el grupo había sido informado de la presentación de esa demanda, pero que no veía ninguna posibilidad de que tuviera éxito.

La ATCA, con sede en Goodyear (Arizona), también fue contactada por la AFP, pero por el momento no respondió.

Además de a los pilotos de Lufthansa, la escuela forma también a los de KLM, así como a la Fuerza Aérea alemana, la Luftwaffe, desde 1988, según su sitio web.

"El ATCA dio muestras de negligencia, de imprudencia y de ligereza" al no investigar las razones por las que había sido incluida esta indicación en el certificado médico, argumentan las familias, de acuerdo con el documento del recurso consultado por la AFP.

"Esta reserva era una advertencia clara de que Lubitz tenía un historial de problemas no resueltos", declaró Brian Alexander, del bufete Kreindler & Kreindler, en un comunicado.

"El pasado de Lubitz, marcado por la depresión y una inestabilidad mental, configuraba una bomba de tiempo", insistió Marc Moller, del mismo bufete.

Los antecedentes médicos de Lubitz son actualmente bien conocidos. Pasajes de su diario personal revelaron la angustia de un hombre que sufría graves desajustes desde 2008, cuando inició su formación como piloto.

"Al margen de buscar una justa indemnización financiera para las familias (...), el fin de esta acción judicial es llamar la atención sobre la urgente necesidad de someter a los pilotos a exámenes psicológicos regulares para mejorar la seguridad de los pasajeros", aseguró Brian Alexander.

Las familias de las víctimas no mencionan en su recurso el monto de la indemnización.

Esta demanda ante la justicia no es la primera. David Friday, un australiano que perdió a su esposa y a su hijo en el accidente, ya recurrió a fines de marzo al mismo tribunal federal de Phoenix (Arizona) para exigir una reparación a la ATCA.

Friday argumenta, citando testimonios cuya fuente no precisó, que "al menos una persona en la ATCA había declarado a Lubitz 'incapaz de volar'" durante su formación, según el documento del recurso también consultado por AFP.

Friday reclama al menos 75.000 dólares por daños y perjuicios por cada uno de los miembros de su familia fallecidos en el accidente.

Hasta ahora no había habido reclamos de las víctimas. El derecho alemán no reconoce la responsabilidad de una empresa como "persona moral" en este tipo de casos y no existen hasta este momento suficientes sospechas de eventuales responsabilidades individuales de directivos de las compañías.

Germanwings informó a fines de marzo que había entregado 11,2 millones de euros a las familias en concepto de indemnización.

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