El Gobierno boliviano insiste en la responsabilidad de la exfuncionaria que dudó de la autonomía del LaMia

EUROPA PRESS
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"Si la señora esta, que ha tenido bajo su responsabilidad la autorización del vuelo, no ha cumplido sus obligaciones tiene que responder ante la Justicia", ha criticado Claros, en declaraciones recogidas por el diario boliviano 'El Deber'.

Las declaraciones de Claros llegan apenas un día después de que Castedo concediera una entrevista insistiendo en que no tuvo ningún papel en la autorización de vuelo y que es la Dirección General de la Aeronáutica Civil (DGAC) el único órgano responsable de fiscalizar los vuelos regulares, entre ellos el de la compañía LaMia.

Castedo, que insistió que había presentado dudas acerca de la autonomía de la nave, ha defendido siempre que a pesar de que el sello y su firma estén en la autorización del vuelo, su cargo no le permite ni autorizar ni impedir un vuelo. "Que esté la firma representa un protocolo de recepción del documento, pero bajo ninguna circunstancia significa aprobación o autorización a una aeronave para la realización de un vuelo", sostiene.

En su última entrevista, concedida desde Brasil --donde ha solicitado refugio-- a la cadena O Globo, explicó que la DGAC tiene "inspectores las 24 horas" por lo que corresponde a las autoridades preguntar a la Dirección de Aeronática "por qué no impidieron el vuelo a pesar de sus observaciones".

La exfuncionaria sostiene que a pesar de que ella misma solicitó un cambio en el plan de vuelo debido a sus dudas acerca de la autonomía de la aeronave para realizar la ruta prevista, "la decisión de mantener la información establecida" le fue comunicada por Álex Quispe --identificado como representante de LaMia-- 20 minutos antes de la salida del avión, indicando que "correspondía a una decisión tomada por el capitán de la aeronave".

"Recalqué tres veces que el combustible era exactamente igual que el que se necesitaba para volar ese tiempo en esa ruta", insistió. El avión, que trasladaba a 77 personas, volaba desde el aeropuerto de Santa Cruz (Bolivia) hasta Medellín (Colombia), pero se precipitó a tierra antes de llegar a su destino por falta de combustible.

Sin embargo, Claros ha insistido en su papel en el siniestro, recalcando que "al final tendrá que responder ante la Justicia como corresponde".

El ministro ha informado, además, de que las autoridades nacionales han iniciado los trámites necesarios para que la Fiscalía evalúe "a qué niveles llegaron esas supuestas observaciones" presentadas por la exfuncionaria.

Castedo, que ha sido señalada como la persona que expidió la autorización del plan de vuelo, solicitó refugio en Brasil, a donde huyó después de ser suspendida en la AASANA, organismo del que ha asegurado que ha sufrido presiones y hostigamiento desde el siniestro.

El avión, en el que viajaban 77 personas --entre ellas, el equipo de fútbol de Brasil Chapecoense--, se estrelló en un cerro al sur de Medellín, a donde se dirigía para que el club se disputara la final de la Copa Sudamericana, dejando 71 muertos y tan solo seis supervivientes.

Según las informaciones de la investigación, el avión se precipitó porque no contaba con suficiente carburante como para cubrir la ruta prevista, desde el aeropuerto de Viru Viru, en la ciudad de Santa Cruz, hasta la ciudad colombiana.

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