DGT admite que recomendó revisiones a conductores "sin conocimientos" sobre el defecto detectado

  • Remite un oficio al juez para explicar el envío de cartas a los dueños de los vehículos sobre la incidencia en el motor diésel
EUROPA PRESS

El jefe de área de Vehículos de la Dirección General de Tráfico (DGT), Luis Fernando Velasco, ha explicado por escrito al juez de la Audiencia Nacional que investiga el 'caso Volkswagen', Isamel Moreno, que este departamento del Ministerio del Interior "no tiene conocimientos ni competencias" respecto de los defectos detectados en determinados motores diésel utilizados en vehículos de la firma -que presuntamente buscaban fingir una reducción de emisiones al medio ambiente- pese a lo cual se mandaron las cartas en las que se recomendó a los titulares de los vehículos "seguir las indicaciones del fabricante del vehículo para subsanar los efectos detectados".

Así se señala en un oficio remitido al instructor del caso el pasado 9 de junio, al que ha tenido acceso Europa Press, sobre la información remitida a conductores que pudieran verse afectados por un defecto de fabricación.

La DGT considera que los titulares de vehículos deben ser informados y seguir las medidas preventivas propuestas por la compañía y que si fue este departamento el que hizo llegar las cartas a los clientes de Wolkswagen fue en función de un convenio de colaboración con la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles de Vehículos (ANFAC) para facilitar el envío de dicha información a los afectados.

Según explica el responsable de este departamento al titular del Juzgado Central de Instrucción número 2, la única colaboración de la DGT con el fabricante consistió en facilitar direcciones de contacto de los titulares de los vehículos afectados por los defectos de fabricación detectados, "ya que los fabricantes de vehículos conocen la persona a la que vendieron originariamente, pero desconocen si posteriormente dicho vehículo cambio de titular".

MEMBRETE DEL MINISTERIO

Pese a dicha afirmación, lo cierto es que los titulares de Volkswagen recibieron carta con membrete del Ministerio del Interior les informaba de que se encontraba afectado por la incidencia en los motores de su vehículo -por la instalación de un software que "optimiza los valores de emisión de óxidos de nitrógeno (*) en el banco de pruebas"- y que pese a que el coche era "técnicamente seguro" la DGT le recomendaba realizar la revisión a la que se refería un comunicado adjunto enviado por la compañía.

Pese a realizar dicha recomendación a los usuarios, la DGT reconoce ante el juez que "no tiene conocimientos ni competencias respecto de los defectos detectados ni sobre el alcance de su reparación" y añade que "únicamente recomienda a los titulares de los vehículos seguir las indicaciones del fabricante del vehículo para susbsanar los defectos detectados".

Finaliza el oficio señalando que no tiene competencias en materia de calidad industrial, por lo que las consultas al respecto que precise el magistrado deben remitirse al Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

Esta causa se inició tras la presentación de querellas por el Sindicato Manos Limpias y por la Asociación Internacional Antifraude para la Defensa de Afectados por Motores Volkswagen, y se centra en la presunta manipulación de determinados motores diesel de cuatro cilindros.

El trucaje pudo realizarse, según investiga el magistrado, con la instalación de un programa informático que detecta cuándo un vehículo se encuentra en un banco de pruebas, al objeto de reducir sus emisiones contaminantes dentro de los parámetros exigidos por la normativa medioambiental.

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