Panamá quiere que el nuevo Canal lave su imagen de paraíso fiscal, dice administrador

El ampliado Canal de Panamá, que se inaugurará el domingo, permitirá al país lavar su imagen de paraíso fiscal con una megaobra por la que podrán pasar los mayores buques portacontenedores, dijo a la AFP el administrador de la ruta, Jorge Quijano.

"Hemos ampliado la maravilla" afirmó exultante Quijano sobre el ensanche de ese centenario Canal con una gigantesca obra iniciada en 2007 para añadirle un tercer carril a los dos originales.

"Este es un paso grande para un país pequeño y eso es lo que nos llena de orgullo, que lo pudimos hacer", añadió en entrevista.

El nuevo Canal se inaugurará el domingo y permitirá que buques de hasta 14.000 contenedores, el triple de su capacidad actual, puedan atravesar sus 80 kilómetros entre el Océano Pacífico y el Mar Caribe.

La inauguración se produce cuando la reputación de Panamá como importante centro financiero internacional, está en cuestión tras la divulgación de los llamados "Panama Papers". Esos documentos mostraron cómo una firma de ese país creaba sociedades de pantalla que permitían a personalidades de todo el mundo evadir impuestos.

"Estamos dando la cara real del panameño ante el mundo y debe tener un efecto positivo sobre la imagen del país ante esas adversidades que hemos estado pasando", afirmó.

Quijano, quien trabaja en el Canal desde 1975, conoce como nadie el proyecto de ampliación, ya que era su encargado antes de ser nombrado administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en 2012.

"Entre 97% y 98% de la flota de buques portacontenedores que están ahora mismo allá fuera moviendo mercancía cabe en las nuevas esclusas del Canal. Y con eso nosotros vamos hacer un buen negocio", dijo.

El proyecto consiste en la construcción de un tercer carril para nuevos buques neopanamax, equivalentes a cuatro campos de fútbol.

En las obras se utilizó 2,5 veces más concreto que en la pirámide de Keops y tanto acero como para construir 20 torres como la de Eiffel en París, según el consorcio encargado de los trabajos.

Para Quijano las esclusas del nuevo Canal son las más complejas del mundo.

"Los principales aumentos que vamos a ver a través de la ampliación son el manejo de portacontenedores, gas licuado de petróleo y gas natural licuado", sostuvo Quijano.

Con el Canal ampliado el Estado panameño pretende en una década triplicar los 1.000 millones de dólares que recibe anualmente por el peaje de embarcaciones.

"En el primer año de operaciones es muy posible que lleguemos hacer aportes de 1.400 o 1.500 millones de dólares y de ahí poco a poco irá aumentando", dijo.

Sin embargo, "depende de qué tanto es el crecimiento que tienen las naciones a las cuales suple el Canal de Panamá", sostuvo este ingeniero industrial egresado en la Universidad de Lamar, en Beaumont, (Texas, Estados Unidos).

Estimó que el nuevo Canal permitirá duplicar en una década los más de 300 millones de toneladas de carga que pasan al año por la ruta y bajar "significativamente" el costo al necesitar menos viajes para el tránsito de mercancías.

Quijano manifestó además que con la ampliación, Panamá espera recuperar "una buena porción" del negocio que se fue para el Canal de Suez porque la ruta panameña permite un ahorro de 15 días para los buques que van de Asia a la costa este de los Estados Unidos.

"Eso es un ahorro muy importante ahora que estamos conscientes de la protección del ambiente porque también son menos emisiones contaminantes", dijo Quijano.

Sin embargo, la ampliación no ha sido un camino de rosas. Su culminación lleva 20 meses de retraso y su costo inicial, 5.250 millones de dólares, ya ha sido sobrepasado en 200 millones por reclamos del consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), principal contratista.

"Cuando sumamos todo estamos en 5.450 millones de dólares a la fecha con la proyección de los últimos pagos que le vamos a estar haciendo a GUPC y dejando pendiente los reclamos mayores que ellos tienen por resolverse", afirmó Quijano.

El administrador del Canal panameño recuerda con cierta amargura la vez que GUPC, liderado por la española Sacyr y la italiana Salini Impregilio, paró la obra en 2014 por reclamos de sobrecostos, que ahora ascienden a 3.500 millones de dólares.

"Yo nunca tuve la duda de que la obra se iba a terminar, el problema era cuándo", pero "la historia nos ha dado la razón" y la "satisfacción" de ver la obra prácticamente concluida "tiene un sabor muy rico que comienza a tapar todas las vicisitudes", manifestó Quijano.

Por el Canal de Panamá, inaugurado en 1914, pasa 5% del comercio marítimo mundial y tiene como principales usuarios a Estados Unidos y China.

Para la inauguración "estoy convencido que va a llover, pero estoy listo para que me caiga la lluvia encima y gozar", añadió Quijano, quien espera al menos un "espacito" en los libros de historia.

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