Canadá recuerda con misa a víctimas de tragedia ferroviaria en Lac-Mégantic

  • Más de 1.000 personas, entre ellas el primer ministro canadiense, Stephen Harper, asistieron hoy a una ceremonia religiosa en memoria de las víctimas mortales, que por ahora se estiman en 47, del accidente ferroviario de hace tres semanas en la localidad de Lac-Mégantic, en la provincia de Québec.

Toronto (Canadá), 27 jul.- Más de 1.000 personas, entre ellas el primer ministro canadiense, Stephen Harper, asistieron hoy a una ceremonia religiosa en memoria de las víctimas mortales, que por ahora se estiman en 47, del accidente ferroviario de hace tres semanas en la localidad de Lac-Mégantic, en la provincia de Québec.

Además de Harper, a la ceremonia en Lac-Mégantic asistieron el gobernador general de Canadá, David Johnston, que ejerce como Jefe de Estado en representación de la reina Isabel de Inglaterra, la primera ministra de Québec, Pauline Marois, y los líderes de los principales partidos políticos de Canadá.

La ceremonia se realizó en la iglesia Ste-Agnès, situada a pocos metros de donde en la madrugada del pasado 6 de julio, un convoy de 72 vagones cisterna descarriló y explotó en llamas en el centro de la pequeña localidad de Lac-Mégantic, a unos 250 kilómetros al este de Montreal.

A la ceremonia religiosa en el interior de la iglesia asistieron alrededor de 700 familiares y amigos de los fallecidos junto con representantes gubernamentales y de los equipos de rescate que han trabajado en Lac-Mégantic desde el momento del accidente, uno de los peores desastres ferroviarios de Canadá.

Además, miles de personas se agolparon en el exterior de la iglesia para recordar a los muertos.

Tras la ceremonia religiosa, que fue oficiada por el arzobispo de la ciudad de Sherbrooke, monseñor Luc Cyr, Harper declaró que había sido "un día muy conmovedor".

"Todavía es muy difícil absorberlo cuando ves todas estas familias que han sido afectadas", añadió Harper.

La explosión e incendio de los vagones cisterna destruyó gran parte del centro de la localidad y causó la muerte a 47 personas, según los últimos cálculos de la Policía Provincial de Québec (PPQ).

Hasta el momento, los equipos de rescate sólo han podido recuperar los restos de 42 víctimas y las autoridades temen que nunca puedan encontrar a las cinco personas restantes.

Las autoridades canadienses todavía están investigando las causas del accidente.

De momento, lo que se sabe es que el convoy, compuesto por cinco locomotoras y 72 vagones cisterna cada uno con 100 toneladas de petróleo, estaba estacionado en la vía sin maquinista en la madrugada del 6 de julio cuando empezó a deslizarse cuesta abajo hacia Lac-Mégantic.

Cuando llegó al centro de la localidad, el tren viajaba a gran velocidad y sin control. Varios vagones descarrilaron y estallaron en llamas, incinerando todo lo que se encontraba en un amplio radio.

La empresa que operaba el convoy, la estadounidense Montreal, Main & Atlantic Railway (MMA), en un principio dijo que los bomberos que habían extinguido un fuego en el convoy horas antes del descarrilamiento, habían causado el accidente al desconectar los frenos del tren.

Posteriormente, Ed Burkhardt, presidente de la empresa propietaria de MMA, culpó al maquinista de estacionar el convoy sin aplicar con la suficiente fuerza los frenos del tren.

Pero las acciones de MMA y Burkhardt antes y después del accidente están provocando la indignación de los residentes de Lac-Mégantic.

A pesar de las declaraciones iniciales de Burkhardt, MMA no se ha hecho cargo de la limpieza de millones de litros de petróleo que fueron derramados en Lac-Mégantic y un río cercano.

La factura asciende a unos 4 millones de dólares y MMA ni ha pagado a las empresas que están combatiendo la contaminación causada por el accidente ni ha contestado a las peticiones del ayuntamiento de Lac-Mégantic para que presente un plan de acción.

La alcaldesa de la localidad, Colette Roy-Laroche, ya ha advertido que la pequeña localidad de 6.000 habitantes no puede hacer frente a los costes de la limpieza y ha advertido que tendrán que acudir a los tribunales para que MMA pague.

Y el jueves, la Policía registró las oficinas de MMA en Montreal y se hizo con "pruebas", según el portavoz policial, Michel Forget, relacionadas con la investigación criminal que se está realizando sobre el accidente.

La policía también advirtió que la investigación puede ampliarse a Estados Unidos, donde MMA tiene su sede.

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