"Pensamos serían últimas horas de nuestras vidas", dicen gijoneses rescatados

  • Los dos gijoneses rescatados del crucero "Costa Concordia", que encalló el pasado viernes en la costa italiana de Giglio, han asegurado hoy que aún sienten "angustia" cuando recuerdan los gritos de las personas mientras corrían por los pasillos del barco y que en esos momentos llegaron a pensar que serían "las últimas horas" de sus vidas.

Gijón, 16 ene.- Los dos gijoneses rescatados del crucero "Costa Concordia", que encalló el pasado viernes en la costa italiana de Giglio, han asegurado hoy que aún sienten "angustia" cuando recuerdan los gritos de las personas mientras corrían por los pasillos del barco y que en esos momentos llegaron a pensar que serían "las últimas horas" de sus vidas.

En una entrevista concedida a la Agencia Efe, David Criado, de 30 años, y Sabela Fernández, de 26, pareja residente en Gijón, relatan que sobre las 21:45 horas de ese día, mientras estaban cenando en el restaurante, notaron un movimiento en el barco y posteriormente se apagaron las luces.

"Comenzaron a caerse las vajillas de las estanterías. Nos dijeron que no pasaba nada que era una avería técnica y que mantuviéramos la calma", explican.

David Criado apunta que, aunque sabían que "no iba bien la cosa", al principio los mensajes eran de tranquilidad, solamente la señal de alarma del crucero les anticipó lo que posteriormente se convertiría en una "odisea".

Sabela comenta que David corrió al camarote y cogió sendos chalecos salvavidas, luego, añade, comenzaron a sentir "miedo".

"Vimos cómo los botes salvavidas se llenaban y teníamos que buscar más. Finalmente, conseguimos montarnos en uno", explica la joven que asegura que gracias a uno de los miembros de tripulación españoles pudieron salir de allí.

Tras discurrir aproximadamente dos horas desde que dieron la señal de alarma hasta que les evacuaron, la pareja sostiene que hubo momentos de "mucho miedo".

"La gente chillaba y empujaba. Yo me di un golpe contra una puerta y tengo una herida debajo del pecho. También hubo un momento en el que pensé que me caería al gua y que me mataba", indica emocionada.

Ambos aseguran que las reacciones entre las tripulación eran diversas, puesto que algunos "huían con pánico", sin embargo otros se "armaban de valor y ayudaban a la gente".

No obstante, critican que las órdenes tardaron mucho en llegar y lamentan que hayan fallecido varias personas, pues "si se hubiesen hecho bien las cosas desde el principio habrían salido vivas porque se estaba muy cerca de la costa".

"La situación se convirtió en dramática porque no se actuó debidamente y con orden", reitera.

Sabela aclara que aún están pensando en si interponer una denuncia contra la compañía naviera, no obstante indica que esperan llegar a un acuerdo "justo" y no tener que recurrir a esa decisión.

Aunque para ambos sería "lógico" que les indemnizasen económicamente, señala que el dinero "nunca" les ayudará a olvidar lo que han pasado.

"Intentamos no ver las imágenes, pero salen en todas partes y cuando recordamos los gritos de la gente y nos da mucha angustia", apostillan antes de asegurar: "Ojalá esto no le vuelva a pasar a nadie".EFE

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