Julio Sánchez, del Cuerpo de Bomberos Voluntarios y vocero del comando de rescate en el lugar del siniestro, indicó a la AFP que las labores continuarán "hasta donde sea posible".
La tragedia ocurrió la noche del jueves 1 de octubre cuando el deslave de tierra provocado por la lluvia sepultó casas en la aldea Cambray II en el municipio de Santa Catarina Pinula, 15 km al este de la capital.
Debido al tiempo transcurrido desde la tragedia, los cadáveres están en estado de descomposición, lo que dificulta su recuperación, comentó el portavoz.
Sánchez indicó que todos los socorristas que trabajan en el lugar fueron vacunados contra la hepatitis y el tétanos.
El área del desastre fue declarada inhabitable, pero las autoridades no han decidido si el lugar permanecerá como cementerio debido al número de víctimas que quedaron soterradas.
La Fiscalía General anunció el inicio de investigaciones para sentar las responsabilidades de la tragedia.
En el lugar del siniestro, los fuertes olores por los cuerpos en descomposición obligaron a los socorristas a utilizar mascarillas.
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