LOS DESASTRES NATURALES MATARON A 1,35 MILLONES DE PERSONAS EN LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS

- Hoy se celebra el Día Internacional para la Reducción de los Desastres. Alrededor de 1,35 millones de personas murieron en 7.056 casos de desastre natural ocurridos en las dos últimas décadas, más de la mitad de ellas por terremotos, seguidos de cerca por los relacionados con el clima, y el 90% de las muertes sucedieron en países pobres y de renta media.
Así se desprende del informe ‘La pobreza y la muerte: la mortalidad de desastres 1996-2015’, elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (Unisdr, en sus siglas en inglés) y el Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres (CRED, en inglés), con sede en la Universidad de Lovaina (Bélgica).
El informe, hecho público este jueves con motivo del Día Internacional para la Reducción de los Desastres y recogido por Servimedia, indica que las naciones más pobres “pagan el precio más alto” en cuanto a las cifras de nuestros por desastres y por cada 100.000 habitantes.
Los 10 países con más víctimas mortales por catástrofes naturales en los últimos 20 años son Haití (229.699 muertos), Indonesia (182.136), Myanmar (139.515), China (123.937), India (97.691), Pakistán (85.400), Rusia (58.545), Sri Lanka (36.433), Irán (32.181) y Venezuela (30.319).
Algunos países ricos figuran en la lista de los 20 desastres más mortíferos desde 1996 por la ola de calor que asoló buena parte de Europa en 2003 y que causó 20.089 muertes en Italia, 19.490 en Francia, 15.090 en España y 9.355 en Alemania. También aparece Japón por el terremoto y tsunami de 2011 (19.846 fallecidos).
La frecuencia de las catástrofes geofísicas (sobre todo terremotos, incluidos los tsunamis y las erupciones volcánicas) se mantuvo prácticamente constante durante los últimos 20 años, pero en ese periodo hubo un aumento sostenido de los fenómenos climáticos (inundaciones, tormentas y olas de calor, principalmente).
En total, se registraron 6.392 desastres meteorológicos y climáticos entre 1996 y 2015, lo que supone más del doble respecto a los 3.017 de los 20 años anteriores (de 1976 a 1995). En 2015, el año más caluroso de la historia estadística, casi tantas personas murieron por olas de calor que en el terremoto de Nepal. También se duplicaron las grandes sequías, al pasar del promedio anual de 16 durante la década entre 2006 y 2015 a las 32 del año pasado.
En cuanto a la mortalidad de desastres, en los dos últimos decenios se contabilizaron 749.000 fallecimientos por terremotos, de ellos 357.000 entre 2006 y 2015, la mayoría por el seísmo de Haití en 2010. En la década anterior (1996-2005) hubo 392.000 víctimas mortales, con el tsunami del sudeste asiático en 2004 como principal evento. Los tsunamis son 16 veces más letales de media que los temblores terrestres, con lo que constituyen el principal peligro mortal en el planeta, según el informe.
“ACUSACIÓN CONDENATORIA DE LA DESIGUALDAD”
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, indicó que el informe supone “una acusación condenatoria de la desigualdad” porque “los países de altos ingresos sufren enormes pérdidas económicas en los desastres, pero la gente en los países de bajos ingresos pagan con sus vidas”.
"En este Día Internacional para la Reducción de los Desastres, hago un llamamiento a todos los gobiernos a trabajar con la sociedad civil y el sector privado para pasar de la gestión de desastres a la gestión del riesgo. Pasemos de una cultura de reacción a una de prevención y aumentemos la resiliencia mediante la reducción de la pérdida de vidas", recalcó.
Por otro lado, el estudio indica que las altas tasas de mortalidad por terremotos y maremotos de los últimos 20 años son “una tendencia muy preocupante, dado el ritmo de urbanización en todo el mundo en muchas zonas sísmicas”, lo que pone de relieve la necesidad de promover la integración de las evaluaciones de riesgo de desastres en el desarrollo de políticas de uso del suelo, incluida la planificación urbana; los códigos de construcción y la inversión en infraestructuras resistentes a los terremotos, principalmente viviendas, escuelas, centros de salud y lugares de trabajo.
“En general, hay una exposición mucho mayor a los desastres y el riesgo de muerte en los países de ingresos bajos y medios, que debe ser abordada con sistemas mejorados de alerta temprana, una mejor preparación, la predicción del tiempo y una mayor inversión en infraestructura flexible”, apunta el informe.
Los tres ‘megadesastres’ (con más de 100.000 muertos) que han marcado los últimos 20 años indican, según el informe, que “los peores desastres podrían ocurrir todavía”. El tsunami del Índico (2004), el ciclón ‘Nargis’ (2008) y el terremoto de Haití (2010) son ejemplos de que este tipo de eventos son predecibles y requieren de una fuerte gestión del riesgo de desastres en los ámbitos local, nacional, regional y global.

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