Según esta información, el conductor se habría inmolado provocando una gran deflagración que ha causado al menos 24 muertos y decenas de heridos, civiles que se han convertido en objetivo yihadista por su supuesta cooperación con fuerzas antiterroristas que recientemente han expulsado al grupo de este barrio.
Unas seis semanas después de que comenzara la ofensiva, el Ejército de Irak sigue intentando expulsar a los milicianos que permanecen escondidos en los distritos del este de la ciudad, el único sector de la urbe en el que los militares han logrado frenar a los terroristas.
Un total de 1.959 efectivos han perdido la vida, entre ellos militares, miembros de las fuerzas especiales, combatientes peshmerga (kurdos) y paramilitares chiíes, en el primer mes completo de ofensiva para retomar la ciudad de Mosul según datos de la misión de Naciones Unidas en Irak. Las víctimas civiles ascienden a 926 muertos según esta misma fuente.
Al menos 70.000 personas se han visto obligadas a desplazarse, según datos del CICR, que ha indicado que el Ejército iraquí está considerando proteger a la población civil
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