La NASA trabaja en un nuevo avión para hacer frente al cambio climático

    • La propulsión distribuida es uno de los conceptos que estudia en el Centro de Investigación Armstrong en California para desarrollar tecnologías que podrían llevar a diseños menos contaminantes.
    • Los futuros aviones pueden ser alimentados por baterías o sistemas híbridos de gasolina y electricidad, con alas más ligeras o incluso inexistentes.
Captura del vídeo de The New York Times que muestra el proyecto de la NASA
Captura del vídeo de The New York Times que muestra el proyecto de la NASA

Parece que el mundo comienza a concienciarse de la importancia del cambio climático, al menos en la NASA. El Centro de Investigación Armostrong de California está estudiando un nuevo planteamiento de aviones capaces de no contaminar el medio ambiente.

Con un camión, así está probando la NASA el nuevo planteamiento de aeronaves que no contaminarían, o que al menos lo harían en menor medida. Se llama LeapTech y consiste en un trailer con alas que funcionan a base de hélices alimentadas por baterías. "Somos capaces de simular configuraciones de despegue y aterrizaje completo y medir la sustentación, resistencia, eficiencia del motor y el rendimiento aerodinámico", afirma un ingeniero y princpial investigador del proyecto a The New York Times.

Pese a que la aviación se quedó fuera del acuerdo climático firmado en París el pasado mes, la Organización de Aviación Civil Internacional de las Naciones Unidas podría estar trabajando en medidas que limiten el CO2 en las emisiones de los nuevos aviones. Por eso la NASA ya trabaja en sus proyectos. La administración ha probado el vehículo por una pista que posee en el desierto a más de 70 millas por hora.Buscando contaminar menos

El concepto que se está desarrollando es la propulsión distribuida. Es decir, aviones alimentados por baterías o sistemas híbridos de gasolina y electricidad. Los nuevos aviones tendrían alas más ligeras que facilitarían el cambio de dirección rápido o la posibilidad de un mejor pilotaje ante turbulencias.

Otro diseño podría incluso eliminar las alas y el fuselaje convencional a favor de uno que combina ambos elementos, siempre promoviendo la causa de las emisiones más baja.Ya se contamina menos

Según el Grupo de Acción del Transporte Aéreo, la aviación comercial supone el 2 por ciento del total mundial del dióxido de carbono emitido anualmente por la actividad humana, un poco menos de lo que produce Alemania entera.

Eso sí, el transporte aéreo va por buen camino. Según la organización la contaminación de este medio de transporte se ha reducido un 70 por ciento desde la década de 1960, año en el que los aviones comenzaron a operar. No obstante, el número de aviones va en aumento por lo que la contaminación también. De hecho, según esta organización la flota aérea mundial podría llegar a 40.000 aeronaves en los próximos 15 años.La estructura no cambiaría

Algunos aviones ya han sido parcialmente rediseñados.A finales de este decenio, por ejemplo, Boeing introducirá una variante de su modelo 777, el 777X, con nuevas alas compuestas y motores más eficientes.

Otras mejoras se pueden esperar más allá de 2020, dijo el Dr. Rutherford, dependiendo de la agresividad con la que la industria adopte otras tecnologías avanzadas como los motores de rotor abierto, que mejoran la eficiencia mediante la eliminación de la cubierta que rodea a la mayoría de los motores a reacción y modificaciones aerodinámicas que suavizan el flujo de aire superficies más para reducir la fricción.(Boeing ya utiliza un sistema de este tipo, se hace referencia de control de flujo laminar como híbrido, en la cola de su último modelo 787).

No obstante, que nadie piense en aviones estrambóticos.Incluso con todas las mejoras, reales y potenciales, el diseño básico de un avión sigue siendo el mismo, un tubo y alas."Desde un punto de vista de la estructura básica, un 787 no se ve mucho diferente de un 707", dijo Jay E. Secadora, que dirige la NASAPrograma Avanzado vehículosaéreos.

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