Al menos 41 muertos y centenares de refugiados en México tras tormenta Earl

Con perros entrenados y pala en mano, cientos de soldados y rescatistas buscaban este lunes más víctimas entre los derrumbes que ocasionaron los remanentes de la extinta tormenta tropical Earl en el centro-este de México, donde al menos 41 personas fallecieron y centenares acudieron a refugios.

La zona más afectada fue la sierra norte del estado de Puebla, donde el cielo permanece con espesas nubes grises y los deslaves son aún visibles en las carreteras.

Hasta el momento se han hallado 29 muertos -al menos 15 de ellos menores de edad- en esta zona, donde varias casas quedaron sepultadas por deslaves y unas 500 familias fueron evacuadas a albergues, según autoridades locales.

"La noche del sábado, se hizo una avalancha en el centro de Xaltepec (...) Nuestra casa se la llevó completa", contó por la mañana a la AFP Claudio Cruz, un albañil de 32 años que se refugió con su esposa en un albergue habilitado en el municipio de Huauchinango, a unos 200 kilómetros de Ciudad de México.

Durante la tormenta "se fue la luz (...) Por abajo pedían auxilio pero pues nosotros ya no nos podíamos mover", añadió este hombre que no le quedó más pertenencia que lo que traía puesto.

Florencia Hinojosa también se trasladó al refugio junto con sus dos hijas de 11 y 16 años cuando su casa, en la periferia de Huauchinango, "quedó al lado del barranco que abrió el lodo".

Unos 600 policías, soldados, bomberos y rescatistas peinaban la zona, concentrando sus fuerzas en en Huauchinango.

"Allí, este fin de semana se presentó la mayor precipitación de agua de la que se tenga registro, 265,5 milímetros acumulados en 24 horas. Es decir, casi la totalidad de precipitaciones de todo un mes en una sola noche", dijo el secretario general de gobierno de Puebla, Diódoro Carrasco.

"Equipos caninos estatales y del gobierno de la República están en la búsqueda de desaparecidos", precisó el gobernador, Rafael Moreno, tras un recorrido en la zona el domingo.

Las lluvias torrenciales también causaron derrumbes en carreteras de Puebla, dejaron dos puentes colapsados sobre el río Necaxa y cortes intermitentes de energía eléctrica en algunas comunidades, detalló su gobierno.

Earl, que llegó a ser huracán categoría 1 -de las 5 que contempla la escala Saffir-Simpson- llegó a México el jueves por Tabasco (sur) ya como tormenta tropical, tras perder fuerza al tocar las costas de Belice el jueves.

El fenómeno meteorológico también afectó las montañas de Coscomatepec, Tequila y Huayacocotla, en el vecino estado de Veracruz.

En ese estado, más de 11.000 personas fueron afectadas por Earl y 2.262 casas dañadas en 32 municipios, con 18 poblados de la zona sur y centro del estado incomunicados debido al desborde de ríos y afluentes.

Hasta el domingo, las autoridades habían contabilizado 11 muertos, pero a ese saldo se sumó el fallecimiento de un taxista, cuyo vehículo fue arrastrado por la corriente de un río crecido, aseguró este lunes a Milenio televisión la secretaria de Protección Civil de Veracruz, Yolanda Gutiérrez.

"Ya sumarían 12 personas fallecidas", dijo, al explicar que las lluvias continuaron durante la noche y que un grupo de geólogos hacen estudios para determinar si las personas que viven en las zonas afectadas pueden regresar o deberán ser reubicadas.

Esta mañana, la tormenta tropical Javier continuaba acercándose a costas del noroeste de México, ubicándose a unos 160 kilómetros al sureste del turístico Cabo San Lucas, en el estado de Baja California Sur, según la Comisión Nacional de Agua (Conagua).

En su último informe, Conagua asegura que el fenómeno se desplaza hacia el noroeste a 20km/h, con vientos máximos sostenidos de 85 km/h y rachas de hasta 100 km/h, causando tormentas intensas y torrenciales en el oeste y noroeste de México.

Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NCH), el fenómeno se debilitará en los próximos días al tocar tierra hasta alcanzar la categoría de depresión para mediados de semana.

En septiembre de 2014, el balneario de Los Cabos, favorito de muchos turistas estadounidenses, sufrió el embate del huracán Odile, que dejó seis muertos y millonarias pérdidas materiales.

Y en septiembre de 2013, el embate casi simultáneo de los huracanes Ingrid y Manuel dejó 157 muertos en el estado de Guerrero (sur), de los cuales una cincuentena fueron personas que quedaron sepultadas por un deslave en el pueblo cafetalero de La Pintada.

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