Chilenos enfrentan daños y réplicas tres días después del fuerte terremoto

  • Tres días después de la catástrofe, los chilenos hacen frente a los daños provocados por el fuerte terremoto de 8,3 grados que golpeó el norte y centro del país, dejando 13 muertos y seis desaparecidos, y cuyas réplicas superan las 300.

Armados de picos y palas, centenares de chilenos levantaban cerros de escombros el sábado en la zona cercana al borde costero del puerto de Coquimbo, la ciudad más afectada por el terremoto y posterior tsunami, el sexto más poderoso ocurrido en Chile, el país más sísmico del mundo.

"En cinco días deberíamos tener la zona libre de escombros", declaró Jorge Burgos, ministro del Interior, tras realizar en esta jornada una inspección en Coquimbo.

Donde alguna vez hubo cemento, locales comerciales y viviendas, hoy sólo quedan restos de infraestructuras, barro, fierros y pequeños lagos dejados por el mar que arrastró botes de pesca, camiones y vehículos y se metió más de 100 metros por las calles de Coquimbo, región en la que se registró el epicentro del terremoto, a más de 260 km al norte de Santiago.

Cerca de una decena de otros pequeños pueblos costeros también realizaban las tareas de levantamiento, con la colaboración de equipos de emergencia y bajo resguardo militar, luego de que la región fuera declarada en emergencia por la presidenta Michelle Bachelet, quien ha visitado durante dos días seguidos la zona de la catástrofe.

La cifra de muertos se ha mantenido en 13, mientras que los desaparecidos subieron a seis y los damnificados superan los 3.500, informó Mahmud Aleuy, viceministro del Interior, en el último reporte del sábado sobre la catástrofe, entregado en Santiago.

En tanto, 433 casas han sido destruidas y más de 7.300 familias aún continuaban sin suministro de energía eléctrica.

El terremoto ocurrió cuando los chilenos festejan las fiestas patrias, cuyas celebraciones oficiales han sido acotadas por el gobierno ante la emergencia.

Aunque aún no se ha cuantificado el costo de los daños producidos, las autoridades adelantaron que no se acercará a las pérdidas de 30.000 millones de dólares que provocó el sismo de 8,8 grados que azotó el centro de Chile en 2010 y que dejó más de 500 muertos.

Los daños dejados por el terremoto han sido calificados de "mínimos" por la ONU, que ha felicitado a los chilenos por haber soportado tamaña catástrofe gracias a un operativo de emergencia y evacuación bien aprendido por sus habitantes y que otros países ya han pedido conocer.

"Les cuesta a muchos creer (a otros países) que con un terremoto de ocho punto y pico grados, en una ciudad de cinco millones como es Santiago no se haya caído ningún edificio, eso no es normal", dijo Antonio Molpeceres, coordinador residente del Sistema de ONU en Chile.

Molpeceres destacó la inversión realizada por el Estado en infraestructura, capacitación y planes de emergencia y el orden de la población en localidades costeras para efectuar la evacuación tras la alerta de tsunami lanzada minutos después del terremoto, ocurrido el miércoles.

Más de un millón de personas fueron evacuadas, pero la mayoría de ellas retornaron sin problemas a sus hogares horas después.

"Chile tiene mucho que ofrecer al resto del mundo que ve a Chile como un ejemplo de cómo hacer las cosas bien en esto de enfrentar los desastres naturales", afirmó Molpeceres. "Ya he recibido varias solicitudes de varios países que quieren saber cuál es la receta".

En tanto, Unicef enviará un grupo de especialistas para atender a los niños afectados por el terremoto en Coquimbo.

El terremoto mantiene alerta a la población chilena que, tras tres días, sigue durmiendo a medias debido a las réplicas, muchas de ellas de fuerte intensidad.

"Desde el día del terremoto hasta este momento hemos tenido 301 réplicas, de las cuales 59 han sido perceptibles por la ciudadanía", explicó el viceministro Aleuy.

A las 09H52 (12H52 GMT) de este sábado se produjo una réplica de 6,3 grados que causó temor entre la población.

"Se movió un poco, me fijé inmediatamente en una lámpara en el techo que se movía, pero no me dio miedo, ya estoy acostumbrada. En la noche hubo otras dos réplicas que me despertaron", dijo a la AFP Laura Méndez, quien vive en un cuarto piso en un edificio del centro de Santiago.

La réplica más fuerte que se ha sentido hasta el momento alcanzó los 7,6 grados Richter y se registró cuatro horas después del terremoto.

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