El Niño hace travesuras, pero su llanto podría ser menor al esperado

  • El fenómeno climatológico El Niño ya ha golpeado a Centroamérica y a parte de Sudamérica: sequías, inundaciones, muerte de ganado. Ahora avanza a Ecuador y Perú, aunque especialistas creen que su virulencia no será tan fuerte como se anunciaba.

"Estamos manejando categoría de El Niño fuerte, pero en la parte baja del rango fuerte. El rango extraordinario ya lo hemos descartado", dijo a la AFP el especialista del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN), Eduardo Zambrano.

La corriente marítima El Niño, que debe su nombre a que sus efectos se recrudecen en época de Navidad, produce un calentamiento del agua del océano Pacífico provocando fuertes lluvias en algunas regiones y sequías en otras.

"Ha producido sequías en Sudáfrica, Indonesia, incendios forestales en Filipinas (...). En Canadá ha modificado el clima frío. Ha generado lluvias y sequías en distintas partes de Estados Unidos", explicó Zambrano.

En el continente americano, se han presentado sequías en Centroamérica, Venezuela y el Caribe colombiano, la costa noreste de Brasil y lluvias en Uruguay y la zona central de Chile. Aún se le espera en Ecuador y Perú, donde 'Niños' anteriores han causado estragos en sus economías y ya se preparan para hacer frente a la nueva visita.

"Hay un 15% de posibilidad de que sea extraordinario para Perú, pero lo estamos midiendo día a día. Por ahora, es Niño Fuerte", dijo el ministro de Ambiente de Perú, Manuel Pulgar Vidal.

En la costa de Ecuador y norte de Perú "el anticiclón del Pacífico sur está impidiendo por ahora que las anomalías cálidas ingresen de lleno", explicó Zambrano.

Cuando empezaron las anomalías en abril y mayo, éstas mostraban características similares a las del 1997-98 y se pensó que iba a ser el más fuerte de las últimas cuatro décadas. "Incluso la NASA dijo que iba a ser un Niño Godzila, pero no", agregó Zambrano.

"Además, en los últimos cinco meses hemos tenido una cantidad de huracanes en el Pacífico que han liberado una gran cantidad de energía del océano a la atmósfera", y eso ayuda a aminorar la presión, precisó.

A fines de octubre, el huracán Patricia alcanzó categoría 5 y se convirtió en el más poderoso de la historia de la meteorología. Tras golpear el oeste de México, causó algunos destrozos pero luego se degradó a tormenta tropical, sin causar muertes.

En Colombia, el fenómeno El Niño pasó en octubre de "moderado" a "fuerte" y se ampliaron las previsiones de sus efectos hasta junio de 2016. "Lo que se nos viene va a ser muy duro", ha advertido el presidente Juan Manuel Santos.

Hay zonas con un déficit de precipitación cercano al 60%, dijo el ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo. Se han registrado 4.200 incendios forestales entre enero y septiembre, que afectaron a más de 100.000 hectáreas en todo el país. En 1997, el fenómeno ocasionó pérdidas de 564 millones de dólares.

En Nicaragua, prevén que la sequía se extenderá hasta mayo de 2016, en un país donde la agricultura representa el 18% del PIB.

En Chile, El Niño descargó una tormenta en abril en las regiones norteñas de Antofagasta y Atacama, que dejó 23 muertos y mucha destrucción. Pero las lluvias han producido un efecto benéfico en el desierto de Atacama, el más árido del mundo, que se ha cubierto con un manto de flores espectacular.

Ecuador y Perú, cuyas regiones costeras son las más expuestas a El Niño, han empezado a proteger sus cultivos con proyectos de manejo de agua para riego, control de inundaciones, limpieza de cauces de ríos y hasta "cosecha" (almacenamiento) de agua de lluvia, para reutilizarla.

"Lo mejor que pueden hacer es estar preparados. Este Niño va a poner a prueba sus sistemas de prevención", comentó Zambrano del CIIFEN.

El Niño de 1982-83 dejó pérdidas en Ecuador por 1.050 millones de dólares y el de 1997-98 por 2.880 millones, además de 292 muertos, 162 heridos y 40 desaparecidos. Este país ha invertido 1.000 millones de dólares en infraestructura.

Similar inversión ha realizado Perú, que además ha efectuado simulacros de evacuación entre sus pobladores en las 14 regiones declaradas en emergencia ante la llegada de las lluvias. Un millón de personas está en riesgo.

En 1982-1983, las inundaciones y sobre todo las epidemias, dejaron 9.000 muertos en Perú, y el PIB cayó un 11,6%. En 1997-1998 se registraron 500 muertes y una caída del PIB del 6,2%.

El CIIFEN advierte, además, que después de un Niño, usualmente viene una Niña: escasez de lluvias donde llovió mucho y fuertes precipitaciones donde hubo sequía. "Si hoy tuvimos agua de lluvia para poderla guardar, y no la aprovechamos, qué pena. Si uno ya conoce eso, debería preocuparse para lo que va a venir después", advirtió Zambrano.

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