El 18 de agosto de 1947, la noche que silenció Cádiz

Explosión en el polvorín de la Armada en Cádiz
Explosión en el polvorín de la Armada en Cádiz
Cadiz 1947. La Explosion. Jose Antonio Hidalgo Viaña.

Fotogalería: La noche que silenció Cádiz

Una fecha lucha por desaparecer de la memoria de los gaditanos, el 18 de agosto de 1947. A las 22:50 una terrible explosión sacudió la ciudad dejando unas cifras aterradoras: 151 muertos, muchos de ellos niños, y 5.000 heridos.

Han pasado 62 años y todavía siguen sin esclarecerse los hechos que provocaron aquélla masacre. "Cádiz contaba con una base de defensa submarina que se encontraba en los extramuros de la ciudad" nos explica Jose Antonio Hidalgo, autor del libro Cádiz 1947. La explosión.

"La base contaba con minas que se habían ido apilando por temas de protección durante la segunda Guerra Mundial, muchas de ellas estaban en mal estado". Sin embargo, nos explica Jose Antonio, pese a que desde el año 42 bandos militares habían alertado de que la ubicación de esas minas no era la adecuada e incluso de que algunas estaban muy estropeadas, no se hizo nada.

El desenlace fue devastador: "Cádiz contaba en aquél momento con unos 100.000 habitantes de los que 5.000 resultaron heridos y 151 murieron. La explosión fue tan potente que desde poblaciones de Huelva o de Sevilla se llegó a ver el resplandor de la deflagración".

El caos invadió Cádiz,"las calles del casco antiguo estaban plagadas de cristales rotos, fue algo tremendo. Llegaron ayudas de San Fernando, de Jerez, de Sevilla, los dos o tres hospitales de la ciudad se llenaron, los médicos no pararon de trabajar y los militares cercaron la zona".

El desconcierto era total, la gente no sabía con certeza qué había sucedido. "Mucha gente esa noche, temiendo una nueva explosión se fue a la playa". "Durante un día no hubo luz eléctrica. De hecho, el diario de Cádiz estuvo dos días sin salir"

Explosión 'sin causas conocidas'

A partir de aquél momento comenzaron las conjeturas y las teorías para tratar de desvelar cuál había sido la causa de la masacre. "Se inició una investigación por la parte civil que inmediatamente se suspendió a favor de la investigación militar que no llegó a esclarecer nada. Solamente afirmó que se había producido una explosión 'sin causas conocidas'".

A lo largo de la investigación militar se planteó la posibilidad de que se hubiese llevado a cabo un atentado ya que algunos testigos afirmaron haber visto una barca salir precipitadamente minutos antes de la detonación. "El propio juez indicó que la investigación se hizo tan a posteriori que no había datos frescos" nos cuenta Jose Antonio.

El régimen trató de acallar a la población e hizo todo lo posible por que la noticia no se extendiese y correr un tupido velo sobre lo ocurrido: "Al explotar una base militar en una dictadura no interesaba para nada ni que se creyera que habían sido los militares los que lo hicieron mal, ni que fueron los terroristas". "El tema se fue tapando, la explosión siempre ha sido tabú en la ciudad porque afectó a decenas de familias. Además la Administración trató de ocultar todo". El silencio se había convertido en la única respuesta en una época de represión.

Pan y circo

El régimen franquista incluyó a la ciudad dentro de la lista de "regiones devastadas", un organismo que se creó tras la Guerra Civil para atender a las zonas que habían sido destrozadas durante el conflicto.

Gracias a las ayudas que llegaron lentamente, se pudo construir un hospital nuevo y los astilleros que eran de propiedad privada se nacionalizaron. Franco permitió a Cádiz recuperar su fiesta por excelencia: el Carnaval. "En el tema folclórico, el carnaval que no se podía celebrar hasta ese momento, se autorizó pero de una forma comedida".

Hoy un monumento ubicado frente al actual Instituto Hidrográfico de la Armada, entonces Base de Defensas Submarinas y antigua Fábrica de Torpedos, recuerda a las víctimas de la masacre, mantiene vivo en la memoria lo que muchos no se atreven ni a nombrar.

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