El consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, el socialista Guillermo Martínez, ha defendido este martes la gestión de su departamento ante la crisis de incendios forestales que sufrió Asturias en diciembre de 2015. "Un operativo que nos permitió afrontar con profesionalidad y diligencia una alerta por incendios forestales que hasta entonces no habíamos afrontado en nuestra comunidad", ha dicho el dirigente asturiano.
Martínez ha sido el primer compareciente en la comisión de la Junta General del Principado de Asturias que investiga los incendios acaecidos en aquel tiempo. La entrada de Martínez al recinto se retrasó un cuarto de hora, el tiempo que estuvieron reunidos a puerta cerrada los miembros de la comisión.
Además del consejero está previsto que comparezcan este martes Concepción Iglesias, en su condición de directora general de Justicia e Interior, José Antonio Ferrera, en su condición de director general de Mones, Rafael Abril, en su condición de director general de Justicia e Interior cuando se produjeron los hechos, Eugenio García Rodríguez, actual gerente del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), Joaquín Arce, como exdirector general de Montes, y Manuel Antonio del Corro, que era el gerente del SEPA cuando se produjeron los incendios.
En su intervención inicial, Martínez ha hecho una descripción pormenorizada de los hechos producidos en 16 días de emergencia por incendios detectados en 58 de los 78 municipios asturianos, con jornadas en las que se simultanearon más de un centenar de fuegos en la región y activando tres niveles de emergencia en menos de nueve horas.
El dirigente asturiano, ha explicado a los diputados que su prioridad durante todo el episodio fue la de proteger a los vecinos de los municipios afectados, adema*s de sus bienes y el entorno natural, así como "preservar la seguridad de los profesionales del SEPA".
En aquel mes de diciembre se produjeron, ha recordado Martínez, unas condiciones meteorológicas "poco habituales", con altas temperaturas y ausencia prolongada de lluvias. Fue el segundo diciembre más seco desde 1981, ha apuntado Martínez, quien ha señalado que a esa circunstancia se añadió el viento de componente Sur, con rachas superiores a los cien kilómetros por hora, y que precipitó la rápida propagación del fuego.
"La situación a la que nos enfrentamos a finales de 2015 superó cualquier previsión o escenario, no sólo por la gravedad y virulencia de incendios como el de Brañalibrel, sino también por la simultaneidad y profusión de fuegos y múltiples focos en diferentes puntos de la geografía asturiana, como ocurrió el día 20 de diciembre, cuando llegaron a registrarse un máximo de 133 incendios activos a lo largo de esa jornada", ha manifestado el consejero.
En los trabajos para luchar contra el fuego no sólo participó el SEPA, sino también, de manera coordinada, el parque comarcal de Barreiros (Lugo), la Unidad Militar de Emergencias (UME) o empresas cooperativas forestales. En cuanto a medios materiales participaron también dos hidroaviones enviados por el Ministerio El día de mayor movilización de medios humanos fue el 28 de diciembre, con cerca de 430 personas trabajando en Asturias en labores de extinción.
Martínez, por último, ha defendido la "máxima transparencia" del Gobierno en todo lo relativo a la información de la crisis de aquellos días y ha insistido en que se pusieron en marcha todos los medios humanos y materiales necesarios.
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