Once personas muertas en incendios forestales en lo que va de año

Madrid, 31 ago.- Once personas han muerto en lo que va de año a consecuencia de incendios forestales, todas salvo una en los mese de julio y agosto.

El hallazgo esta mañana de un cadáver en una de las zonas afectadas por el fuego en la costa del sol supone la última víctima de ese balance que comenzó el 27 de marzo cuando fallecía un brigadista de 59 años mientras participaba en la extinción de un incendio declarado en el municipio orensano de Castrelo do Val, debido a un cambio en la dirección del viento.

En pleno verano, el pasado 2 de julio falleció el piloto de un helicóptero que participaba en las labores de extinción de un incendio declarado en las localidades valencianas de Cortes de Pallàs y Andilla que llegó a quemar 50.000 hectáreas.

Ese mismo mes, el día 22, tres personas murieron como consecuencia de dos incendios declarados en el Alt Empordà y La Jonquera (Girona). Las víctimas fueron un ciudadano francés de 60 años y una menor de 15 que murieron en Portbou al tirarse al mar por un acantilado cuando trataban de huir de las llamas.

En Llers, una persona murió de un ataque al corazón cuando se vio afectada por el fuego, y una cuarta víctima, también de nacionalidad francesa, falleció el día 23 como consecuencia de las graves quemaduras que había sufrido el día anterior en el incendio del Alt Ampordà.

El 4 de agosto, un miembro de la Unidad Militar de Emergencias (UME) falleció y otros tres resultaron heridos, cuando participaban en la extinción del incendio en la Sierra de Gata (Cáceres).

Ocho días después, un agente medioambiental y un brigadista murieron mientras colaboraban en la extinción de un incendio declarado en La Torre de les Maçanes (Alicante).

Hasta hoy la última víctima mortal era un hombre con demencia senil que el pasado día 14 murió al no superar las quemaduras en el 93% de su cuerpo sufridas el día anterior en el incendio junto a la autovía A-2, en Sant Joan Desoí (Barcelona), donde se apeó por error del autocar en el que viajaba desde Rumanía a Elche, y originó el fuego al quedarse dormido con un cigarrillo encendido.