Y tras el incendio, ¿qué? Expertos forestales proponen un plan para que el desastre no se convierta en drama

    • La falta de previsión de las autoridades españolas ante los últimos incendios desespera a los entendidos en conservación forestal.
    • El impacto a largo plazo podría reducirse mucho siguiendo un plan de conservación que, además, evitaría futuras catástrofes.
El Infoex mantiene activo el Nivel 2 en el incendio en Gata por previsiones de viento y altas temperaturas
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Los expertos en conservación de los montes vuelven a menear la cabeza en señal de reprobación por los últimos incendios. Pero, más incluso que por los incendios en sí, por la falta de previsión de las autoridades. "El problema de España con sus bosques es que no existe GESTIÓN de las áreas forestales. Así, con mayúscula", lamenta el Secretario General del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales de España, Raúl de la Calle, en declaraciones a lainformacion.com.

Porque… ¿hay que extrañarse de que haya incendios en verano? "En España ya sabemos que los va a haber. Pero no sólo en España, sino en los países mediterráneos. También los hay en Portugal, Italia o Grecia, que tienen nuestras mismas condiciones climáticas".

Los veranos largos, muy calurosos, con niveles de humedad relativa especialmente bajos anticipan riesgos elevados. "Los incendios forestales en nuestro país son sistemáticos. El problema añadido de este verano es que ha iniciado con olas de calor muy intensas, eso ha agravado los factores de riesgo típicos de la estación del año en que nos encontramos".¿Qué hacer con un monte quemado?

Después de incendios como el de esta semana en la cacereña Sierra de Gata, o del pasado mes en Aragón, surge la pregunta: ¿y qué hacemos con las miles de hectáreas quemadas?

"El drama verdadero empieza ahora, después del incendio. Necesitamos un instrumento ágil para saber qué hacer con los montes que ha sido devorados por las llamas, y para evitar que la catástrofe vuelva a suceder", apunta Del la Calle. Este es el proyecto que en España brilla por su ausencia.

Los técnicos forestales piden aprovechar la experiencia de las personas que habitan en el entorno rural, "que por desgracia se está abandonando", porque ellos son los que mejor conocen el territorio, los primeros que ven los fuegos incipientes y pueden ayudar a sofocarlos antes.

¿Cómo afrontar la gestión de las áreas devastadas? ¿Cómo reducir el impacto y comenzar a recuperar todo lo perdido? El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos forestales propone adoptar estas medidas.Decidir qué vamos a hacer con el área forestal quemada.¿Queremos tener las mismas especies forestales o debemos aprovechar para cambiar el tipo de vegetación existente? Como es lógico, esta decisión se debe tomarse teniendo muy en cuenta las condiciones naturales del entorno.Favorecer rápidamente la regeneración natural del bosque. Todas las actividades de restauración del área hay que llevarlas a cabo antes de abril del año próximo. De forma natural, el monte comienza a regenerarse inmediatamente. Por ejemplo, muchas semillas de pino canario y pino carrasco han sido esparcidas por la acción del mismo fuego al quemar las piñas. Estas semillas se comenzarán a germinar en primavera y se convertirán en 'plántulas'. Hay que procurar que las labores de restauración no las machaquen. Por eso resulta vital que dichos trabajos estén finalizados antes de la próxima primavera.Retirar la madera quemada y los árboles moribundos, porque son pasto de plagas. La madera quemada se infecta de necrófitos (vegetales que se desarrollan sobre organismos muertos) y perforadores que pueden atacar la masa forestal que ha sobrevivido a un incendio. Si no se apresuran a retirar la madera quemada, los árboles que aún se conservan, y que son muy importantes para la reforestación del área, siguen corriendo un serio riesgo.Identificar los árboles vivos y receparlossi son susceptibles de volver a crecer de raíz (cortarlos por la base para separar los tallos y permitir que salgan brotes de cepa).Un caso muy claro son las encinas, que tienen una gran fuerza para rebrotar después de haber sufrido un daño. Si se detectan esos árboles que aún viven, y se aplican las medidas adecuadas, se pueden recuperar más fácilmente y ayudan a mejorar su entorno.Establecer un mecanismo de financiación. Un incendio, sobre todo estos últimos que hemos vivido, provocan un enorme impacto no sólo ecológico sino económico y social en los pobladores de la zona. El dinero obtenido por la venta de la madera quemada que resulte aprovechable debe ser invertido íntegramente en la restauración del monte afectado. El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales considera que las autoridades deben emplear mano de obra de los pobladores de la zona, que son los que más perjuicios económicos suelen sufrir por los fuegos.

Sigue @martinalgarra//

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