Santiago recupera poco a poco la normalidad tras fuertes lluvias

La capital chilena recuperaba el pulso este lunes tras las fuertes lluvias que cayeron durante el fin de semana y que causaron tres muertos, nueve desaparecidos, masivos cortes de agua, inundaciones y el cese de operaciones de una importante mina de cobre.

El agua volvía a salir de los grifos de las viviendas de los cerca de 4,5 millones de residentes de Santiago que tuvieron que acudir a agua embotellada o al agua de lluvia durante el fin de semana para el consumo y el aseo, informaron las autoridades.

"Podemos empezar a pensar que la ciudad va a tener un cierto nivel de normalidad, sobre todo porque lo fundamental era el restablecimiento del agua potable", informó Alberto Undurraga, ministro de Obras Públicas, a medios de prensa.

Las fuertes precipitaciones que se abatieron a partir del viernes en la parte central de la cordillera de los Andes llegaron a los 86,7 milímetros, casi cinco veces más que la media (15,9) para un mes de abril, dijo a la AFP Arnaldo Zuñiga, meteorólogo de la Dirección Meteorológica de Chile.

Zuñiga explicó que las lluvias remitirán durante la semana pero se esperan nuevas e intensas precipitaciones sobre Santiago el próximo sábado.

La emergencia también dejó tres muertos, nueve desaparecidos, más de 370 damnificados y medio millar de personas aisladas en la zona central de Chile, mientras que los colegios permanecieron cerrados el lunes, según un último informe de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).

La fuerza de las precipitaciones también afectó la mina El Teniente, el yacimiento subterráneo de cobre más grande del mundo, cuyas operaciones fueron suspendidas hasta el jueves provocando una caída de la producción de 6.000 toneladas.

"El transporte de mineral, la línea Teniente 8, estará recuperado a partir del jueves, se estima que el reinicio de la operación se producirá ese día", informó la minera Codelco, controladora del yacimiento y la mayor productora de cobre con un 11% de la oferta mundial.

La mina, ubicada a 150 km de Santiago en la cordillera de Los Andes, soportó la caída de 350 milímetros de lluvia (en la zona caen 513 milímetros al año) que provocaron daños al sistema de transporte del mineral, los ingresos a la mina y las instalaciones industriales, así como el suministro de agua de las plantas y de energía para el poblado de Sewell, ubicado cerca del yacimiento.

La infraestructura dañada se restablecerá provisionalmente el martes, mientras que el abastecimiento de agua demorará una semana en ser restituido, según Codelco.

Decenas de calles del exclusivo barrio Providencia, en el oeste de Santiago, empezaban a recuperar su aspecto habitual tras permanecer sumergidas bajo las aguas durante el domingo, provocando inundaciones en más de un millar de casas y edificios y unos 900 locales comerciales.

Un sector del principal eje de comunicación entre el este y el oeste de la ciudad, la autopista Costanera norte, una de las infraestructuras que más sufrió por el desbordamiento del río Mapocho, que atraviesa Santiago, permanecía cortado.

Equipos de emergencia, empresarios y vecinos de Providencia trabajaban juntos para recuperar las infraestructuras afectadas por el agua y el lodo.

El frente de mal tiempo en la zona central también mantiene cerrados los pasos fronterizos entre Chile y Argentina ubicados en la cordillera de Los Andes.

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