Emoción, devoción y solidaridad en la Ofrenda de Frutos a la Virgen del Pilar

Emoción, devoción y solidaridad en la Ofrenda de Frutos a la Virgen del Pilar
Emoción, devoción y solidaridad en la Ofrenda de Frutos a la Virgen del Pilar
EUROPA PRESS
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La Ofrenda de Frutos permitirá recoger unos 7.000 kilos de alimentos, cifra similar a la del pasado año, que se distribuirán a la Hermandad del Santo Refugio y se destinarán a los comedores sociales de San Antonio de Torrero, El Carmen y a Proyecto Hombre, ha explicado el presidente de la Federación de Casas Regionales de Aragón, Jaime Feijoó, en declaraciones a los medios, antes de comenzar el recorrido.

Un total de 63 grupos, uno más que en 2015, y en representación de buena parte de España, han participado este año en la Ofrenda de Frutos a la Virgen del Pilar, organizada por la Federación de Casas Regionales de Aragón. Feijoó ha precisado que la organización de la ofrenda compete a la Federación de Casas regionales, "pero el depositario es el cabildo", por lo que la distribución depende de ellos.

A las 11.00 horas, y escoltado por dos agentes de la Policía Local montados a caballos, miembros de la Casa del Grupo Aragonés El Pilar, se abrían camino junto a su estandarte y encabezaba una procesión seguida por numerosos zaragozanos y visitantes apostados en los márgenes del trazado. Orgullo y honor son los calificativos que describen las sensaciones de quienes abrían el desfile.

La Ofrenda, como cada año, ha partido de la plaza de Santa Engracia y ha recorrido el paseo de la Independencia, hasta llegar al Coso, para discurrir por la calle Alfonso I hasta alcanzar la basílica del Pilar donde se han ofrecido los frutos a la Virgen del Pilar.

La organización había previsto que sobre las 14.00 horas, debería haber pasado el último grupo, por lo que ajustar tiempos es importante para el buen desarrollo. Al igual que el pasado año, se ha limitado a un "número inamovible" de 30 personas como máximo cada uno de los grupos, ha comentado Feijoó.

MIRANDO AL CIELO

El ambiente en la plaza de Santa Engracia minutos antes de salir ha provocado que muchos mirasen hacia el cielo dado la previsión meteorológica amenazaba lluvia. Precisamente, el final de la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar, celebrada este pasado miércoles, día 12, estuvo pasada por agua. La de Frutos, también lo ha estado, si bien la lluvia no ha hecho acto de presencia hasta las 12.30 horas y apenas ha chispeado, por lo que la procesión ha continuado con total normalidad.

Alimentos varios como frutas, hortalizas o productos de repostería, no han faltado en cestas y carros. Oferentes de la Casa de Madrid en Aragón, desplazados a Zaragoza desde el pasado martes, ataviados con el traje de chulapos y chulapas, han traído "buen vino madrileño y garbanzos" y hasta "rosquillas tontas y listas 'made' in Móstoles", han detallado sus integrantes.

A pocos metros de ellos, aguardaban las veteranas Mari Carmen y Benedicta, de la Casa de Canarias. "Traemos plátanos, mangos, aguacates y chirimoyas, aunque hay que decir que no estamos del todo contentas, ya que no entendemos cómo no ha sido un día festivo. Este año no se han organizado bien los calendarios", han reivindicado.

En la misma línea, integrantes del Centro Gallego ha reclamado que esta jornada sea festiva y evitar tener que pedir "un día libre en el trabajo" y "lo peor de todo, ha sido dejar a los niños en el colegio", han remachado mientras portaban marisco gallego como mejillones, además de pulpo, pimientos de padrón, queso de tetilla, vino y tarta de Santiago, entre otros productos que han realizado el recorrido a ritmo de gaitas hasta la Basílica del Pilar.

MADRUGONES Y MUCHOS KILÓMETROS

Algunos oferentes y "para no perderse ni un solo minuto de la Ofrenda", han puesto sus despertadores a horas "poco habituales", han comentado integrantes de la Casa de Soria, que se han levantado cerca de las cinco de la madrugada para venir desde El Burgo de Osma, entre otras localidades. Bajo el brazo portaban numerosas barras de pan y chorizo.

Desde Pinseque (Zaragoza), el portador del guión del grupo y que lleva participando desde hace tres años en esta cita, ha reconocido que venir a la Ofrenda es "una tremenda alegría", porque supone encontrarse frente a frente con la Virgen del Pilar, momento en el que "se siente una emoción muy fuerte, e incluso puede que se te escape alguna lagrimilla".

En la procesión, el público ha podido apreciar también una gran variedad de trajes regionales típicos de diversas zonas de España y disfrutar del sonido de las músicas tradicionales y bailes de cada una de las regiones.

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