IGME no descarta que un trozo de la placa que ha motivado el terremoto en México se desprenda y caiga al manto terrestre

  • Es plausible pensar que un trozo de la placa oceánica que subduce por debajo de la placa continental y ha generado un terremoto de magnitud 8,4 en la escala Richter se esté desprendiendo, hundiéndose y cayendo al manto terrestre, una capa de la tierra entre la corteza y el núcleo, según ha apuntado el científico del área en investigación en peligrosidad y riesgos geológicos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) Miguel Ángel Rodríguez Pascua.
IGME no descarta que un trozo de la placa que ha motivado el terremoto en México se desprenda y caiga al manto terrestre
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EUROPA PRESS
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Esta "posible" hipótesis, según ha indicado Rodríguez Pascua, no se notaría en la superficie de la tierra ni provocaría ningún hundimiento o licuefacción del terreno, algo que sí sucedió en el grave terremoto que afectó en septiembre de 1985 a México, en el que fallecieron miles de personas y cuyas circunstancias fueron diferentes.

Además, el experto ha señalado que entre las peculiaridades de este terremoto, registrado a última hora de este jueves frente a la costa occidental de México, está el hecho de que se ha producido extensión de la parte superior de la falla y comprensión en el interior.

En concreto, ha aclarado que lo peculiar está en la zona de colisión, en la que se ha producido una falla inversa porque hay compresión. Esto es que se pueden generar fallas normales pero a niveles muy superficiales, porque al producirse una compresión se genera una elevación en la vertical, mientras que en la parte más alta de la placa tectónica se pueden formar otras placas normales que se estiran. "Para entenderlo es como si la parte de abajo se arruga mientras la superior se estira", comenta.

"No es nada común" que la extensión del terremoto se ha producido a 70 kilómetros de profundidad y en la zona interior de la placa se ha producido comprensión. Por eso, considera que un trozo de placa se está hundiendo al manto, es decir que un fragmento de la corteza terrestre se está cayendo. No obstante, ha precisado que hay que esperar a que los geólogos que trabajan en la zona estudien esta hipótesis concreta y se extraigan conclusiones.

A pesar de la gravedad y las consecuencias para la población que provocan los seísmos, Rodríguez Pascua insiste en que "afortunadamente" la dinámica de la tectónica de placas está siempre en movimiento, puesto que "el día que pare, en la Tierra dejará de haber aire y esto se convertirá en Marte".

En todo caso, ha confirmado que el movimiento sísmico ha sido muy elevado, ya que el Servicio Geológico de Estados Unidos da una magnitud de 8,1 a 8,4 según los ajustes que se van produciendo, y esto es "incluso" superior al de septiembre de 1985 en el país norteamericano.

A diferencia de entonces, que se registró más cerca de la capital, también es distinta la zona de subducción que entonces se produjo en las constas de Michoacán a una profundidad de 15 kilómetros frente a una profundidad de 70 kilómetros por hora el de la pasada noche. Esto puede ir variando, ha dicho Rodríguez Pascua que celebra que aunque este seísmo ha sido mucho mayor, sus efectos pueden ser mucho menores.

En este contexto, ha precisado que un terremoto es el efecto posterior a un choque entre placas que se produjo hace millones de años y que ahora, la corteza no aguanta y se rompe. "Estas roturas son las que liberan la energía y son los terremotos que estamos sufriendo en la actualidad", ha precisado.

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