Los bomberos y el Instituto Geológico colaborarán en catástrofes naturales

Así se recoge en el convenio de colaboración que hoy han firmado el viceconsejero de Presidencia y Justicia, Enrique Ruiz Escudero, y el director del Instituto Geológico y Minero, Jorge Civis, y que da continuidad a actuaciones conjuntas desarrolladas anteriormente, como las investigaciones en la falla de Alhama (Murcia), que provocó el terremoto de Lorca en 2011.

El acuerdo supone que el Instituto proporcionará formación y apoyo a los bomberos de la Comunidad en materia de catástrofes naturales (terremotos, inundaciones, tsunamis, erupciones volcánicas*), en especial cuando tengan consecuencias sobre entornos urbanos e industriales y, en general, cuando generen un emergencia social.

Asimismo, apoyará a los bomberos regionales en cuevas, minas, canteras y similares, tanto en la formación para desenvolverse en estos entornos como en el ejercicio de sus labores profesionales.

PROFESIONALES ESPECIALISTAS

Por su parte, el Cuerpo de Bomberos de la Comunidad reforzará con personal al Instituto en aquellos trabajos de investigación que requieran profesionales especialistas, como los relacionados con trabajos verticales, espacios confinados y atmósferas bajas en oxígeno.

En este sentido, el convenio contempla, de forma específica, la colaboración directa y el trabajo conjunto tanto con el grupo de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (ERICAM), que recientemente se desplazó a Ecuador para participar en las tareas de rescate que se llevaron a cabo tras el terremoto que afectó al país.

Además, Bomberos de la Comunidad y el Instituto Geológico y Minero han desarrollado un programa conjunto de entrenamiento y simulación de situaciones extremas, que se realizará en el Parque de Bomberos del Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA), en Navacerrada.

Con estos trabajos conjuntos, se busca cerrar un protocolo de actuación en espacios confinados con condiciones extremas; elaborar manuales de actuación en catástrofes naturales, mediante el análisis de los efectos de terremotos y réplicas sísmicas y los trabajos en simulacros de catástrofes; y publicar los resultados de las campañas de exploración y monitoreo de cuevas, simas, minas y similares en medios nacionales e internacionales, en especial los de carácter científico.