El 'superterremoto' de California sería devastador y dejaría miles de víctimas

"Al menos 1.800 muertos y 50.000 heridos en el terremoto de Los Ángeles. El seísmo, de fuerza 7,8 en la escala de Richter, ha provocado igualmente numerosos daños materiales que los expertos cifran en 200.000 millones de dólares".

Este titular es ficticio, pero podría ser realidad en cualquier momento. La falla de San Andrés, de tipo transformante, separa las placas Norteamericana y del Pacífico y lleva mucho tiempo en calma. Al menos eso asevera uno de los mayores expertos sobre el tema, Thomas H. Jordan, director del Centro de Terremotos del Sur de California.El próximo gran terremoto no está muy lejos

Jordan aseguró que la falla está "bloqueada, rebosante de presión y lista para estallar" en los próximos 30 años. Esto se debe a que en esta región de la falla, al sur del estado, no se produce un seísmo intenso desde 1857 -de un 8 de intensidad aproximadamente-, sin contar los terremotos de la ciudad fronteriza de El Centro, en 1940 (6,9 Richter) y el del estado mexicano de Baja California en 2010 (7,2 Richter, provocó únicamente 4 muertos).

El tráiler de la película San Andrés (2015), protagonizada por Dwayne "The Rock" Johnson, muestra qué pasaría en Los Ángeles ante un gran terremoto.

Jordan aseguró, cuando daba el discurso de inauguración de la Conferencia Sísmica Nacional, que termina hoy en Long Beach (California), que California está demasiado tranquila. La zona de la falla que circula bajo San Bernardino (a 95 kilómetros de Los Ángeles) no se ha movido sustancialmente desde un terremoto en 1812; más al sureste, en el Lago Saltón -cerca de la frontera-, sigue inmóvil desde finales del siglo XVII.

La tensión entre placas tectónicas provoca que la placa del Pacífico se mueva hacia el norte a una velocidad de 5 metros por siglo, pero al no haber liberado esa tensión de golpe en los últimos cien años, esta se ha ido acumulando peligrosamente.

Un informe del Servicio Geológico de los EE.UU. advirtió, en 2008, que un terremoto de magnitud 7,8 en la falla californiana provocaría los muertos, heridos y daños económicos que figuran en el primer párrafo de este texto. Jordan sugiere que la ciudad de Los Ángeles debería prepararse para recibir un terremoto de 8 puntos, al menos, en las próximas décadas.

Es por ello que el ayuntamiento aprobó el año pasado una batería de medidas para asegurar el futuro de la urbe -la segunda más grande del país, con 15 millones de habitantes en su área metropolitana-, que obliga a 15.000 edificios a hacer reformas estructurales. Se dan siete años de margen para las casas y apartamentos de madera y 25 años para los edificios de hormigón. La fragilidad de las columnas de hormigón armado simple se evidenció con el desplome de un edificio en 2011 en Nueva Zelanda, matando a 133 personas (en este gráfico se explica porqué falló el hormigón armado).

California se prepara para afrontar con menos riesgos el posible gran terremoto que sacuda al estado en los próximos años. Sigue presente en el imaginario colectivo el gran terremoto de San Francisco de 1906, con más de 3.000 muertos y en el que casi 300.000 personas perdieron su vivienda en una ciudad de 400.000 habitantes.Educación, fundamental para España

Resurrección Antón es la portavoz de la Red Sísmica del Instituto Geográfico Nacional. Advierte que es muy difícil averiguar "cuándo se va a producir un gran terremoto" por lo que "la educación es fundamental".

"En España", cuenta, "no existe la misma concienciación sobre los terremotos que en otros países que los sufren más, como Japón". En nuestro país, las áreas del sur-sureste de la Península (Málaga, Granada, Almería, Murcia y Alicante) son las más proclives a sufrir seísmos de importancia, como el último de Lorca de 2011, que no fue "tan importante por su intensidad (5,1 Richter), sino porque se produjo justo debajo de la ciudad y a muy poca profundidad".

España "está preparada" contra los terremotos, aunque depende mucho de los planes urbanísticos de cada ciudad. "Los arquitectos de cada municipio deben velar porque se cumplan unas normas de construcción sismo-resistentes", asegura.

Otra zona de importancia sísmica se encuentra al suroeste del cabo de San Vicente, bajo mar. Aquí se producen pocos temblores, pero cuando hay uno fuerte provoca tsunamis, como el que arrasó Lisboa en el terremoto de 1755.

En caso de notar temblores en una vivienda, la experta lanza consejos en tres fases. Antes del terremoto, hay que tener preparado y localizados el botiquín, silbato, extintor y víveres, así como no tener objetos pesados y que se puedan caer en estantes altos.

Durante el terremoto, lo mejor es agacharse bajo la superficie de una mesa y agarrarse a ella, manteniendo siempre la calma; si el temblor le coge en el exterior, habría que alejarse de cornisas y postes. En caso de ir conduciendo, hay que encender las luces de emergencia y detener el vehículo en un lugar seguro.

Finalmente, después del terremoto hay que cerrar las llaves del agua, luz y gas, utilizar siempre las escaleras, no entrar en edificios dañados y no utilizar el teléfono si no es necesario para no colapsar las líneas.